Las 11 mejores fotos astronómicas en lo que va del 2011: la magia estética del cielo y la luz
Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 08/12/2011
Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 08/12/2011
El tiempo pasa rápido (cada vez más rápido según algunos) y el 2011 ya fluye por su último cuatrimestre, sin embargo, quedan estas sublimes imágenes de otro tiempo, el de los astros, que de alguna manera espejean, en un nivel superior, los procesos que atravesamos en la Tierra. Imágenes que son memoria platónica de la belleza del universo, que se registra en toda la naturaleza y que genera una añoranza cósmica de vivir dentro de esta inefable armonía. La forma en la que la luz llega a nuestro planeta o la forma en la que se refleja en el espacio crea profusos paisajes de la más alta joyería, diseños arquetípicos de un divino artista cuya materia prima es esa luz que se multiplica y sin embargo es un sola, un artista ubicuo que se ha fundido con su obra: es la luz. Y las imágenes del cosmos al fin de cuentas son cosméticos del espíritu.
Auroras, nebulosas, satélites, naves espaciales y supernovas componen esta fauna celeste que enguirnalda estos primeros 8 meses del año. Las primeras 4 imágenes son parte del concurso de fotografía astronómica que celebra cada año el Observatorio Real británico; las otras 7 son una compilación de la astrofotografía más estimulante que hemos encontrado este año observando el Internet astral.
En la imagen superior se observa a la nave espacial Hayabusa volando sobre el sur de Asutralia, en su viaje de regreso a la Tierra. Esta nave japonesa volvió a la Tierra con muestras de polvo de asteroides para estudios de exobiología.
Una aurora boreal se extiende sobre un amplio panorama de la isla de Kvaloya, en Noruega, tierra auroral. La imagen muestra una gran variedad de objetos astronómicos: en el centro se muestra la Luna parcialmente cubierta por unas nubes; las siete musas del cielo, las Pléyades brillan por encima acompañadas del panteón de constelaciones boreales; y las cortinas de la aurora con sus resplandores verdes que se forman debido a la interacción del plasma solar con la atmósfera de la Tierra.
Esta imagen tomada por Eddie Trimarchi revela algo asombroso: la Luna tiene color. Aunque para el ojo desnudo nuestro satélite parece una entidad monocromática, diferentes minerales en realidad hacen que la Luna tenga variaciones de color. Azules lunares, cremas lunares y cafés agracian la superficie de nuestra compañera cósmica dándole una gran riqueza de matices a su rostro cicatrizado.
Time lapse sobre las cataratas del Parque Yosemite no solo resaltan la hipnótica espiral de los caminos nocturnos de las estrellas, felizmente captura uno de los famosos arcoíris lunares de este fabuloso parque natural californiano.
El astrofotógrafo Chris Kostiopoulos se dio a la tarea de hacer una imagen donde cupiera un día en su totalidad (una especie de Bloomsday en una estampa). Una síntesis de toda una singladura, que sigue el movimiento de la Tierra durante 24 horas y deconstruye sus elementos para representar esta unidad. Kostiopoulos mezcló timelapses del día y de la noche con tiros de transición para lograr este ouroboros tornaceleste.
En una imagen que ha cautivado a miles de personas en la Red (fenómeno que evidentemente no tenemos que explicar), se muestra una aurora boreal sobre el mar que se duplica como policromático espejo, abrazando unos bloques de hielo cyan y que dibuja en el cielo una especie de arco perpendicular al torrente de estrellas que proyecta la Vía Láctea. Una composición que va más allá de la poesía visual y se revela como paradisiaca retórica. Por cierto, pocos lugares del mundo podrían soportar la magia implícita en este tipo de espectáculos como Islandia. Y la pregunta obligada es: después de ver esta imagen, ¿alguien podrá dudar de la perfección impresa en el diseño de nuestro planeta?
Como si el Sol fuera su propio mandala de luz incrustado en el cielo, esta imagen fue tomada por Peter Rosen durante el invierno sueco y muestra al Sol como si estuviera siendo visto por un gran lente: solo que son millones de lentes: cristales de hielo.
Cuando el agua se congela en la alta atmósfera a veces se generan pequeños cristales de seis lados. Si un observador pasa a través del mismo plano en el que estos cristales caen cerca del amanecer o del atardecer, en esta alineación, el cristal puede actuar como un pequeño lente reflejando la luz del Sol hacia nuestro punto de vista, creando este fenómeno en el que se reproduce el astro en miniatura, llamado parhelia, o sundogs (perros de sol).
Una imagen que combina 8 diferentes fotografías, tomadas por Juan Carlos Casado en las Islas Canarias muestra a la Vía Láctea en todo su esplendor, un arco de luz azul y violeta sobre el desierto.
"En un cielo abierto desde una locación oscura en el tiempo correcto, una banda tenue de luz se vuelve visible en el cielo. Esta banda es el disco de nuestra galaxia espiral. Ya que estamos dentro de este disco, la banda parece rodear la Tierra. Esta imagen del arco de la Vía Láctea, sin embargo, va donde el ojo desnudo no puede. La imagen es una fusión digital de nueve fotos para crear un panorama de 360 grados", dice JC Casado.
En el sentido de pertenencia cósmica, quizás la corona que atraviesa la Tierra y el Sol concluye en su eclosión, en la Vía Láctea, la Madre Celeste. Estas imágenes de la galaxia, son también recuerdos de nuestro origen.
Una laguna de peces estrella nadando en jalea cósmica, entre velos de divinas entidades interdimensionales etéreamente embarazadas, el objeto Messier 8, (o la "Nebulosa de la Laguna") es uno de los más espectactulares de nuestro universo cercano. A 5 mil años luz de distancia en dirección de la constelación de Sagitario, esta nebulosa puede apreciarse con unos binoculares y a veces es llamada "el Peñasco del Sur" por su pronunciada caída. Esta imagen fue compuesta por los astrónomos argentinos Roberto Barba y Julia Arias usando el telescopio Gemini Sur ubicado en Chile.
Recientemente la gigantesca estrella roja Betelgeuse liberó una nebulosa arcoiris. Las explosiones multicromáticas que se están produciendo en torno a Betelgeuse sugieren que esta estrella se enfila a la última etapa de su existencia. El fascinante momento fue captado por el Very Large Telescope (VLT) en el Observatorio Paranal de Chile.
Betelgeuse integra la constelación de Orión y es famosa por ser una de las estrellas más brillantes del cielo y también una de las más grandes (es del tamaño de la órbita de Júpiter, casi cinco veces mayor a la Tierra). La imagen muestra a la nebulosa arco iris que se ubica a 37 mil millones de kilómetros de la superficie de Betelgeuse, formando una hipnótica composición de colores, ritmos y patrones.
Cópula o colisión, danza, fusión o fricción, las galaxias UGC1810 y UGC1813 se encuentran en esta imagen especial con la que Hubble celebrará su 21° aniversario en el espacio el 24 de abril del 2011.
El disco de la galaxia espiral UGC1810 ha sido distorsionado por la fuerza gravitacional de la galaxia inferior UGC1813. El núcleo de la galaxia más pequeña está rebosante de estrellas en formación, resultado de su encuentro con la galaxia más grande, una especie de inseminación o embarazo resultante de su apareamiento celeste en el sexy centro cósmico de un helado de luz.
A la derecha, en la parte superior de la imagen, se puede observar una posible tercera galaxia, un atisbo de espiral y varios cúmulos de jóvenes estrellas azules parecen indicar su presencia. ¿Un ménage à trois entre sublimes seres del espacio con cuerpos de luz?