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Un reporte de la NASA contempla como escenario posible la destrucción de la raza humana por parte de extraterrestres que pudieran considerarnos como una amenaza para el resto de las civilizaciones; confirma además la alta probabilidad de un pronto contacto entre sociedades interplanetarias.

extraterrestres

Desde hace tiempo es bastante evidente que nosotros, como sociedad humana, venimos haciendo mal las cosas: nocivos fenómenos como el del narcotráfico toman cada día más fuerza, luego de siglos de ver la historia protagonizada por guerras y conflictos bélicos, seguimos incurriendo en estas dinámicas, aceleramos el paso hacia estilos de vida más frívolos y artificiales y, en particular, nuestra relación con el entono natural, con sus recursos y con sus innumerables maravillas continúa dominada por una perspectiva francamente destructiva.

Pero al parecer ahora, de acuerdo con científicos de la Universidad Estatal de Pennsylvania asociados a la NASA, tenemos otra muy buena razón para despertar y rediseñar nuestros patrones de conducta y nuestra percudida cosmovisión: si seguimos destruyendo la Tierra ello podría justificar que una desconocida coalición extraterrestre se uniera para destruir a la humanidad y así poner no solo fin a la destrucción planetaria que venimos protagonizando, sino evitar que eventualmente nuestra insana inercia termine por amenazar a otras civilizaciones del universo. 

Shawn Domagal-Goldman, miembro de la Planetary Science Division de la NASA,  ha compilado junto con algunos colegas una lista de señales plausibles que sugieren la posibilidad de un encuentro cercano con otras civilizaciones para prepararnos con miras a  una reunión abierta entre sociedades interestelares. Sin embargo, fenómenos como el calentamiento global y otras señales de devastación natural, reflejadas en el estado atmosférico de la Tierra, pudieran ser tomadas en cuenta por los extraterrestres para tomar la decisión de aniquilarnos y así neutralizar cualquier probabilidad de que terminemos por amenazar sus condiciones de vida. 

Este escenario altamente especulativo es uno de los varios que ha planteado este grupo de científicos, pero el hecho de que lo hayan elegido entre uno de los posibles, después de descartar millones de otras opciones, nos indica que no podemos soslayarla. En su reporte Would Contact with Extraterrestrials Benefit or Harm Humanity? A Scenario Analysis, los investigadores dividen el contacto alienígeno en tres amplias categorías: benéfico, neutral y destructivo.  

Los encuentros en el rango de benéficos van desde la simple detección o confirmación de vida extraterrestre (por ejemplo, a través de la intervención de transmisiones claramente de otra civilización) al contacto y cooperación con organismos extraplanetarios que nos compartan su conocimiento y nos ayuden a resolver los mayores problemas que enfrentamos. Otra de las perspectivas benéficas se refiere a un enfrentamiento violento con extraterrestres pero en el cual los humanos salen victoriosos o resultan salvados por otro grupo. "En estos escenarios la humanidad se beneficia no solo de la victoria moral de haber vencido a un amenazante rival sino de la oportunidad de hacerse con ingeniería alienígena", dice el reporte. 

En el rango de las posibilidades calificadas como neutrales existe la opción de que la sociedad humana sea tan diferente a la alienígena que termine por mostrarse indiferente ante ella. La imposibilidad de una comunicación fluida o que la relación derive en la inclusión de los humanos a una burocrática organización interplanetaria, también pudiesen neutralizar el efecto del futuro contacto.  

Y ya entrados al abanicos de opciones más dañinas para la humanidad, se incluye la llegada de los extraterrestres para devorarnos, agredirnos o someternos, atacando a la humanidad con armas ultratecnológicas, enfermedades indescifrables o que lleven a cabo experimentos que pongan en riesgo la subsistencia de nuestra raza. Y para disminuir los riesgos de que esto suceda el reporte nos invita a ser cautelosos con las señales que comunicamos al espacio exterior, evitando enviar información sobre nuestra intimidad biológica que pudiese eventualmente ser utilizada en nuestra contra. En cambio, sugieren que limitemos inicialmente nuestro discurso a protocolos matemáticos "hasta que tengamos una idea más clara del tipo de extraterrestres con el que estamos tratando". 

Finalmente, el escenario más extremo que se propone es precisamente el de la destrucción absoluta de toda forma humana ante la consideración de que pudiésemos ser una amenaza interplanetaria, tomando en cuenta cómo hemos provocado la extinción de múltiples especies en nuestro propio planeta. "Un ataque preventivo sería particularmente probable en las fases tempranas de nuestra expansión al espacio porque la destrucción de una civilización se dificulta más conforme esta se expande. La humanidad pudiera estar entrando a un periodo en el que su acelerada expansión civilizatoria pudiese ser fácilmente detectada por los extraterrestres, ya que nuestro crecimiento está cambiando la composición de la atmósfera terrestre, a través de la emisión de gases invernadero".   

Pero lo cierto es que más allá de especular con el reporte de la NASA —el cual algunos podrán asumir como posible y otros como descabellado— nuestra frenética destrucción de los recursos naturales y el entorno orgánico de la Tierra seguramente nos conducirá a la extinción de nuestra especie, más allá de que una coalición extraterrestre intervenga. 

[Guardian]