Para algunas personas sus drogas son sus dulces. Una niña de 10 años llevó un dulce Haribo a la escuela pensando que era un rico caramelo en polvo, pero una atenta maestra notó que el polvo en realidad era cocaína durante una actividad de clase.
El director de la escuela denunció al padre de la niña con la policía y redaron su casa, descubriendo que el papá tenía 100 bolsas más como esa y una buena cantidad de marihuana.
El padre de 31 años fue arrestado por posesión de sustancias controladas, logró obtener la fianza pero la custodia de su hija fue entregada a su madre.
Los padres de familia de la escuela Southdown Junior School en Newhaven, East Sussex, Gran Bretaña, manifestaron su preocupación por el incidente y alertaron sobre la posibilidad de que narcóticos sean empacados en bolsas de golosinas como nocivas sorpresas.