¿Quién no recuerda las imágenes del fuego verde de los napalms en Irak, durante la Tormenta del Desierto? Lamentablemente es probable que en los próximos días estemos por ver imágenes similares si acaso un poco más mesuradas, ya que Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña supuestamente intentarán proteger a la población local y a los rebeldes que luchanen contra el coronel Gadafi en Libia.
Hoy por la noche Obama ordenó a Gadafi llevar a cabo un imediato cese al fuego, retirar sus tropas de ciudades tomadas por los rebeldes y detener todo los ataques a civiles o exponerse a acción militar de Estados Unidos y sus aliados, principalmente Francia, Gran Bretaña y algunas naciones árabes.
Obama dijo que sus condiciones no son negociables y que ha llegado a este punto -en una recurrente retórica- cómo último recurso para proteger al pueblo de Libia de una masacre.
"Un dictador que ya no es querido por su pueblo, pero determinado a actuar en tiempo real una sangrienta masacre, y es una masacre que que ahora tenemos el poder, la demanda y la base legal para detener. Por esto es que hacemos es lo correcto", justificó Obama, quien anteriormente se había manifestado en contra de la acción militar.
Hillary Clinton dijo que el resultado final de la acción militar debe de ser que Gadafi deje el poder y abandone Libia.
Sarkozy y David Cameron se reunirán este sábado con sun contrapartes árabes para planear la acción militar, que estaría encabezada en un principio por Francia y Gran Bretaña. Aviones militares Typhoons y Tornados han sido ya enviados a bases en el Mediterráneo y fuerzas especiales estarían llegando a Sicilia a una base de la OTAN.
La pregunta evidente es, ¿están las grandes potencias preocupados por el delirio de Gadafi o tienen una agenda oculta, como agenciarse el petróleo de Libia, obtener contratos para reconstruir el país, tomar control geopolítico de la zona u otro interés desconocido?