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Apología del éxtasis: el romance químico entre el hip hop y el MDMA

Por: Roman Waterloop - 09/27/2010

Los raperos ya no fuman crack, aman el MDMA para rolar alto, y sus letras revelan casi una propaganda promoviendo las "virtudes" de esta sustancia.

Aunque su mitología de ghetto los acerca más a sustancias como el crack o la ganja, lo cierto es que ante el éxito también viene el éxtasis para los raperos que, como decodifica el LA Times, aman la “droga del amor” ya que les es fácil divertirse en grande de esa forma.

Lo que detona esta hermeneútica del hip hop y sus letras influenciadas por el MDMA, es el reciente arresto del rapero vuelto estrella de cine T.I (Clifford Tip Harris), a quien se le encontró una pequeña cantidad de éxtasis hace unos días. La pregunta es ¿desde cuando los gangster rappers se huelgan en drogas de diseño?

Según reporta el Substance Abuse and Mental Health Services Administration, el consumo de éxtasis en Estados Unidos ha subido un 37% en el ultimo año, a la vez que el hip hop adopta beats de sintetizadores ¿Coincidencia?

Según el blog Pop and Hiss, del LA Times, las referencias al consumo de éxtasis abundan en el hip hop sólo que están codificadas como “X pills” o “double stacks” y en sensaciones como “geeked out” o “feelin’ myself”.

Pese a ser arrestado por posesión de cocaína y éxtasis, la estrella de hip hop Lil Wayne rapeó en 2009, en la canción Pill Poppin’ Animal: “Stickin’ on a double stack, you’re rollin’ wit a rich boy”.

El trip rapper de Atlanta Gucci Mane en el 2007 “Pillz”: “put that bean on your tongue” (ponte esta pepa en la boca). “I’m off three double stacks and I’m lookin’ for that action” (estoy en tres tachas y buscando esa acción).

En su colaboración con Young Jeezy “Geeked Up,” Fabo describe la explosión de esta sustancia metanfetamínica navegando por las zonas altas de Atlanta: “I’m startin’ to see spaceships on Bankhead / I roll with gangstas, pill poppers and dank heads.” El "Iluminati" del rap, Jay Z, dice que no ha probado las drogas de diseño pero en su hit "Empire State of Mind" le hace propaganda “MDMA got you feeling like a champion /City never sleeps, better slip you an Ambien.”. (Tal vez Jay Z dice la verdad, pero esconde otra: que se usa la música para promover el consumo de drogas).

La rapera de Brooklyn Barbie Nicki Minaji en su reciente colaboración con Lil Wayne, Higher Than a Kite: “You getting ill, I bet, poppin’ a pill again… I’m the island and I’m lookin’ for Gilligan.”

Antes, consumir MDMA y su supuesta paz cósmica era impensable con la mentalidad gangster de perro come a perro, como si un MC usara jeans ceñidos al cuerpo. Pero entonces llegó el come MDMA como si fueran M&M’s, Eminem. En una entrevista con Rolling Stone en 1999 el rapero de duras rimas se comió 3 pastillas de éxtasis enfrente del reportero y le presumió que había escrito dos de sus canciones colocado en M.

En el 2001 Missy Elliot (Madam MDMA) en su album “Miss E… So Addictive” y en la canción “X-tasy”, la gigantesca rapera canta, apológeticamente: “Ecstasy, I’m willing to do all the things I said I wouldn’t do /On Ecstasy, the feelin’ makes me feel like I’m in love with you,”.

Con Ja Rule en su colaboración ‘X’ Elliot lisonjeó a la droga: “How we relieve that stress? X / You know, pop them thangs, get extra horny, girl.”

Los subgéneros de hip hop como el hyphy tienen profusas referencias al éxtasis, o “thyzzing”.

El líder de la genial banda A Tribe Called Quest, Q-Tip, apareció en la película exhibida en Sundance “Holy Rollers” como un dealer de X.

O la oda de Techn N9ne al éxtasis “T9X:

“10 minutes, 20 minutes, 30 minutes, feelin’ butterflies /My eyes dilate another size /Overwhelming sense of love got this nut so sprung / Walk up to a stranger, ‘Can I suck your tongue?'

Y después de tomar cinco pastillas:

“Tingling baby, got me feelin’ like mingling, baby /This is hella ‘Higher Learning than Singleton, baby /One minute I’m cold, the next I’m heat /Get me some Big Red so I don’t grind my teeth.”

Para la coda:

“It’s pills and mo’ thrills... I’m lucky if I survive. I’m high!”

Todo un high roller de los paraísos artificiales, de la luz encapsulada, mientras dura esa altura. ¿Está el establecimiento del hip hop y el pop promoviendo el consumo del éxtasis como parte de un mensaje de alta propaganda, para crear la demanda, y enriquecer a la oscura elite en la cima de esta trama: el bling bling hace ting ting en la alcancía de la CIA? O ¿sólo es un reflejo fiel del tipo de fiesta que conectan lejos de los subs, ahora en los clubs con merca selecta digna de un proxeneta de alcurnia?

Vía LA TIMES