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El show mediatico de la elites que pretende distraer, engañar, entretener mediante la construcción de héroes que no existen

MEXICO-HIJACK/

A una semana de celebrar las fiestas de la independencia en este septiembre de 2009, la elite económico-política de México nos vuelve a mostrar su incapacidad para dirigir el destino del país pero también de su afición por generar distractores mediaticos. Los gobiernos mexicanos de la postrevolución se pueden sentir orgullosos de lograr lo que pocos gobernantes del mundo han logrado, la capacidad sostenida de generar crisis económicas recurrentes, en promedio cada seis años yn ocasiones menos, y controlar un desanimo social capaz de desdibujar el entramado institucional nacido en los años posteriores a la revolución de 1910.

Josmar Flores Pereira, un pastor boliviano, que muchos consideran medio chiflado, puso en jaque la seguridad nacional del país al secuestrar el vuelo 576 de Aeroméxico que procedía de centro turístico de Cancún rumbo a la ciudad de México el pasado, y cabalístico, 9 del 9 del 09. Misma semana, curiosamente, en la que el presidente inició cambios profundos en su gabinete, como fueron las sustituciones del Procurador General de la República, el director de la empresa de petróleos PEMEX y el secretario de agricultura. Misma semana en la que fatídicamente se anunciaron una serie de propuestas de recorte presupuestal e incrementos de impuestos, que de ser aceptados por los “representantes del pueblo” en la cámara de diputados, los mexicanos de la clase media tendrán que pagar el próximo año.

Generalmente tiendo a no concederle mucho mérito intelectual, que si no creativo, a las teorías de la conspiración, como tampoco a sus creadores. La razón es simple, por lo general las teoría de la conspiración tienden a no aceptar prueba alguna para su refutación, siempre encuentran elementos del mundo que comprueban su dicho y están plagadas de argumentos ad hoc, es decir, de variables que van apareciendo sin mayor mérito para sostener la teoría. Finalmente, y muy relacionado a lo anterior, son circulares, basta recordar a Karl Popper: “Por qué el mar esta picado…por que el cielo esta nublado….por qué el cielo esta nublado…porque el mar esta picado”. Es decir, las teorías de la conspiración son en realidad actos de fe.

Así pues, bajo esta perspectiva, me cuesta mucho trabajo creer en la capacidad del gobierno del presidente Felipe Calderón para hacer que un pastor boliviano secuestre un avión. Un buen teórico de la conspiración puede rechazar la idea de que el acto que observamos la semana pasada sea un recurso del presidente mexicano para distraer la atención de la crisis que se avecina y argumentar que en realidad fue: a) un acto deliberado de la empresa de jugos Jumex, material con la cual se fabrico la seudo bomba, para incrementar sus ganancias, b) un ardid publicitario de la empresa disquera de Josmar para aumentar la venta de discos del canta-autor cristiano o c) una increíble estrategia publicitaria de Dios para incrementar el número de feligreses en la iglesia cristiana a la que pertenece Josmar. Difícil de probar todas pero también difícil de refutarlas. Actos de fe, finalmente.

Sin embargo, como tampoco creo en la mera casualidad, lo que si me parece como una astuta maniobra politiquera son dos cosas. Primero, presentar el paquetazo presupuestal para poder tapar un boquete fiscal de más de 300 mil millones de pesos, la semana del “pan y el circo”, es decir, la semana en la que la selección mexicana jugaría un importante partido de fútbol con una de las selecciones más poderosas del mundo, la de Honduras. Sólo un dato, México es la doceava economía más grande del mundo y Honduras es el 56 país más pobre. Segundo, aprovechar el lindo espectáculo mediático que el pastor boliviano, al hacer de las suyas, genero y en el que tanto el gobierno federal, como las televisoras, aprovecharon para incrementar sus audiencias y, ahora sí, distraer la atención.

El show mediático de un pobre secuestrador, sin capacidad real de poder (un par de latas de jugo unidas con cinta); de una tripulación que no hizo nada más que aterrizar la nave y seguir los procedimientos de negociación frente a un demente amable y claramente en drogas; de una policía que irrumpió “heroicamente” dentro del avión ya que la situación estaba prácticamente controlada; de un Genaro García Luna, Secretario de Seguridad Pública, coordinando una pírrica batalla ( en contra de todo procedimiento policiaco en dónde los mandos deben de estar fuera de la zona de peligro) y pavoneandose frente a las cámaras.

Más tarde, los canales de noticias nos colmaron con un sin fin de anécdotas de heroísmo, de la capacidad de nuestra “gran” policía (1,600 muertos en Ciudad Juárez en 2008); de entrevistas con los jefes policíacos; de la valentía del capitán de la nave, de su tripulación, del periodismo ciudadano.

En fin, el show mediatico de la elites que pretende distraer, engañar, entretener mediante la construcción de héroes que no existen. Y mientras tanto, tú y yo, y los ciudadanos de este país, nos tendremos que convertir en verdaderos héroes, y en ocasiones mártires, de la política económica que el señor Carstents, secretario de Hacienda, nos comenzará a recetar el próximo año. Por lo pronto ya te avisaron que ganaras menos y pagaras más impuestos. Eso no es ningún show mediático, es nuestra triste realidad.