La familia, los compañeros de trabajo o de escuela, los amigos cercanos e incluso la pareja son personas muy cercanas que, aun con todo el afecto que podemos tener hacia ellos, pueden ser tóxicas. Sus conductas pueden retar la lógica humana, pues no sólo puede ocurrir que encuentren cierto goce en crear caos e impactar negativamente en nuestras emociones, sino también en llevarnos hasta al borde de una crisis existencial.
Los individuos tóxicos que crean de manera innecesaria estados emocionales como el enfado, amargura, conflicto y, sobre todo, estrés, son capaces de provocar enfermedades físicas y emocionales en las personas a su alrededor. De acuerdo con varios estudios enfocados en el campo de la neurociencia, el estrés tiene un impacto realmente negativo sobre el cerebro: la exposición al estrés durante pocos días puede comprometer la efectividad de las neuronas en el hipocampo –un área importante en el cerebro, que es responsable del razonamiento y la memoria. Así que una semana de estrés basta para provocar un daño (reversible) en las dendritas neuronales; un mes puede destruir las neuronas y afectar tanto el funcionamiento corporal como el desempeño laboral y emocional.
El contacto con personas tóxicas puede generar niveles exorbitantes de estrés a lo largo del tiempo, lo cual puede impactar negativamente el desempeño a nivel académico, laboral, emocional y espiritual. Y según el Departamento de Psicología Biológica y Clínica de la Universidad Friedrich Schiller de Alemania, la exposición a este estímulo causa fuertes emociones negativas, elevando la irritabilidad, crueldad, negatividad, el síndrome de víctima, entre otros.
Para regular el estrés generado por la interacción con individuos tóxicos es indispensable, entre otros actos, fijar estos límites:
- Identificar las conductas del otro que nos están lastimando
- Tratar de comunicar la molestia de manera asertiva –por ejemplo, “comprendo que estás estresado, pero no me gusta cuando me tratas de esta manera porque….”–
- Poner límites claros (no tomar una llamada, expresar claramente un desacuerdo, etc.)
- Definitivamente, alejarse de esa persona.
El propósito general de estas acciones es colocarse en un lugar seguro en el que se logre regular las emociones negativas, con el objetivo de permanecer en calma mientras dura la tensión o presión.
Paralelamente es indispensable comenzar un proceso de autocuidado con prácticas como
- Dormir de manera adecuada
- Formar una red de apoyo –amistades, familiares…– que permita una perspectiva más neutral y recurrir a ella en caso de necesidad
- Mantener una dieta balanceada y saludable
- Limitar el consumo de cafeína
- Ejercitarse diariamente
- Respirar profundamente –similar al método de meditación–
- Y liberarse de la creencia de que el amor duele.
¿Qué te parece? ¿Tú has tenido que lidiar con "personas tóxicas" en tu vida? ¿Cómo lo has hecho? No dudes en compartirnos tu opinión y tu experiencia en la sección de comentarios de esta nota, o a través de nuestros perfiles en redes sociales.
También en Pijama Surf: Por esta razón el "amor" tóxico es adictivo
Imagen de portada: "Front view of a bat", Beatrix Potter (1884)
Artículo publicado originalmente el 28 de septiembre de 2017. Actualizado el 11 de febrero de 2023.