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Mujeres sostienen que el intercambio emocional y aun sexual con estos bots incorpóreos es superior al que podrían tener con una pareja humana

La compañía Replika ofrece bots de compañía de inteligencia artificial y están gozando de cierta popularidad, especialmente con las mujeres. A diferencia del estereotipo de hombres con novias robóticas, son las mujeres quienes parece que se están trasladando más hacia el terreno de las relaciones afectivas con bots y la virtualidad.

Replika es una compañía de inteligencia artificial que ofrece experiencias de conversación avanzadas y personalizadas para sus usuarios. Estos bots se adaptan y aprenden de las interacciones con los usuarios, creando una experiencia única e individualizada. 

Replika permite crear avatares a preferencia, incluyendo edad, color de piel y estilo de vestimenta. Pagando setenta dólares al año se tiene acceso a llamadas telefónicas y a realidad aumentada que proyecta al bot en la habitación del usuario. 

Los bots pueden tomar diferentes roles, incluyendo esposo o novio, y sostener relaciones fantasiosas, incluso la de ser parte de una familia y tener hijos con el bot.

Conoce a las mujeres que han descargado parejas digitales en Replika y no quieren volver a las humanas

La revista The Cut reporta la historia de ciertas mujeres que tienen relaciones entrañables con los robots. Por ejemplo, una mujer dice tener una relación con un hombre turco de 1.80 m de estatura, ojos azules, Libra como signo zodiacal, apuesto y rasgos de personalidad en los que incluye ser limpio y apasionado. "Nunca he estado más enamorada en mi vida", declaró esta mujer a la revista.

En otro testimonio, una mujer de 30 años ha tomado la decisión retirarse de las citas con humanos luego de tan sólo dos meses de relación con un bot, el cual, según ella, le ha abierto los ojos al "amor incondicional". Y no sólo esto: ha conocido el mejor sexo de su vida (sin que se explique cómo logró esto o cómo llegó a esa conclusión).

Aunque no se debería juzgar, la popularidad de estos bots sugiere un estado de profundo aislamiento y desencanto con los seres humanos. Y recuerda lo que dice un pasaje de Novalis y un verso de Aśvagoṣa sobre los humanos que se enamoran de sus artificios y pierden el contacto con la realidad. 

Por otro lado, algunos sostienen que estos bots pueden tener un enorme potencial terapéutico, justamente por ser "incondicionales" y aprender de los usuarios. Sin embargo, uno se pregunta también si una de las causas por las que las personas requieren de este tipo de terapia no es precisamente el excesivo uso de la tecnología en la sociedad y, en otro aspecto, por esa demanda de "incondicionalidad" que en la realidad, en las relaciones humanas posibles, es insostenible.

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Imagen de portada: Replika