México vs Bayer-Monsanto: la lucha en la que estamos ganando como país
Sociedad
Por: Patricia Ruiz - 05/31/2022
Por: Patricia Ruiz - 05/31/2022
Bayer-Monsanto, la compañía agroindustrial más grande, sigue sin poder sembrar maíz transgénico en México. Después de 8 años de batallas legales, en octubre de 2021 la Suprema Corte de Justicia de la Nación rechazó de manera unánime todos los amparos de las compañías agroindustriales Bayer-Monsanto, Syngenta, PHI y Dow.
Desde hace varios años una coalición de organizaciones campesinas, defensoras del consumidor y ambientalistas han hecho un gran trabajo de preservación de las variedades nativas del maíz en México.
El maíz transgénico no sólo puede afectar a unas 60 razas de maíz mexicano, sino que pone en peligro toda una cultura gastronómica, y no es una exageración afirmar que pone en peligro la identidad de nuestro país. México es el origen y el principal centro de diversificación del maíz. Se puede decir que México es el país guardián del pasado, presente y futuro de toda una cosmovisión sobre la vida y su sustento.
La presión de compañías como Bayer-Monsanto por sembrar maíz transgénico no ha tenido éxito en gran medida gracias a la lucha por la soberanía alimentaria, uno de cuyos ejes es mantener el control de las semillas.
Todo empezó en 2013, cuando diversas organizaciones hicieron una demanda colectiva contra la siembra de maíz transgénico. Las organizaciones defensoras del maíz decidieron interponer una demanda colectiva contra la siembra de maíz transgénico en México y se logró una prohibición temporal. Hace aproximadamente 20 años, las semillas genéticamente modificadas en laboratorios habían comenzado a esparcirse muy rápido. El maíz es un planta de muy fácil polinización, así que las semillas de los cultivos de maíz transgénicos comenzaron a contaminar los cultivos de las diferentes variedades de maíz originario. En 2001, en Oaxaca se encontró el primer maíz nativo contaminado por transgenes.
Pasó el tiempo y las organizaciones que interpusieron la demanda lograron lo que parecía una hazaña casi imposible. En octubre de 2021, los jueces de la SCJN suspendieron la siembra de maíz transgénico hasta que se resolviera el juicio. Desde entonces, las grandes empresas agroindustriales han buscado todos los recursos legales posibles para rebatir la medida de la SCJN. René Sánchez, abogado de la Colectividad Demandante en Defensa del Maíz Nativo, celebra la decisión de la SCJN y ello renueva sus esperanzas de que el juicio sea a favor de la Colectividad y del maíz mexicano. A pesar de que la decisión se tomó en 2013, hoy el juicio continúa.
Para Teresa de Miguel, periodista de El País, el panorama ha cambiado mucho desde 2013, pues el 31 de diciembre de 2020 el Gobierno mexicano publicó un decreto presidencial en el que se prohíbe la siembra de maíz genéticamente modificado y se estipula que gradualmente se eliminará el uso de glifosato (el herbicida más usado alrededor del mundo). El decreto hace explícito que la prohibición se debe a los efectos dañinos en la salud y el medioambiente. El documento señala que “se revocarán y se abstendrán de otorgar permisos de liberación al ambiente de semillas de maíz genéticamente modificado”. Sánchez cree que el decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador le da mucha más solidez a la demanda en curso.
A pesar de que la demanda se interpuso hace casi 10 años y aún no hay respuesta definitiva y de que las grandes compañías agroindustriales tienen todos los recursos económicos y legales para ganar este juicio, el panorama no pinta nada bien para ellas. Es verdad que estas empresas cuentan con grandes laboratorios en los que se hace mucha investigación científica. Pero la investigación científica mezclada con intereses políticos y económicos (mucho más profundos de lo que imaginamos) pasa por encima del conocimiento ancestral de comunidades campesinas e indígenas, así como de la cultura y la identidad de México y, más importante, pasa por encima de la vida.
Todavía no hay una resolución definitiva, pero después de casi 10 años de lucha, el gobierno mexicano continúa reafirmando una de las mejores decisiones para la protección del elemento central de la identidad nacional: el maíz.