¿Podría la marihuana, con el estado de tranquilidad al que usualmente induce, solucionar el conflicto permanente entre personas que profesan una religión y otras que no?
En parte, dicha pregunta es la premisa que suscitó este experimento social montado por la productora Cut, que reunió a tres personas en apariencia muy distintas y hasta opuestas: un rabino, un sacerdote anglicano y un joven ateo.
El suyo, sin embargo, no fue un diálogo común, sino uno realizado bajo los efectos de la marihuana (lo cual, por otro lado, tampoco es del todo ordinario).
El encuentro es sin duda interesante, pues de algún modo deja ver que la fe religiosa no es un motivo auténtico de distanciamiento. Dicho de otro modo: dado que todos compartimos la condición humana, todos podemos encontrar un punto en común y de diálogo con el otro, incluso en medio de la diferencia.
Significativamente, hacia el final del video el rabino dice, a propósito de la marihuana:
Si te ayuda a ser una mejor persona, si te levanta y te da algo, una nueva perspectiva de la vida, entonces es algo bueno.
Cabría preguntar si eso mismo puede decirse de las religiones, del ateísmo o de cualquier otra idea con la que nos movemos por el mundo: ¿nos ayuda a ser mejores personas?
*Puedes ver el video subtitulado activando la función de "Traducir subtítulos" de YouTube.
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