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Desde su origen, los zapatos deportivos nacieron con un espíritu de transformación constante que persiste hasta la fecha.

Ahora las zapatillas deportivas –o tenis, como es más habitual que las llamemos–, son parte indispensable de nuestro outfit, tanto, que es muy probable que en tu guardarropa tengas dos o más pares de ellas, mismos que adquiriste pensando en las posibles combinaciones del resto de tu vestimenta. Esto, en pocas palabras, apunta además a otra gran transformación contemporánea de este tipo de calzado: en buena medida han abandonado el territorio exclusivamente deportivo para encontrarse en ese vasto universo que llamamos vida cotidiana, en el el que lo mismo caben el trabajo y el ocio, la diversión nocturna y el entrenamiento matutino, la salida casual y, por qué no, una cita con todas las formalidades.

¿Cómo sucedió esto? Una hipótesis formada al vuelo puede sugerir que esa voluntad de cambio estaba ya en el espíritu de los tenis desde su origen. Desde sus modelos prototípicos de mediados del siglo XIX, los tenis se usaron indistintamente en momento de distensión y como parte del equipo necesario para deportes como el croquet. A finales de ese periodo se diseñó el primer modelo exclusivo para correr y poco después, a inicios del siglo XX, se comercializaron otros que sin estar destinados a deportes específicos, se vendieron con el aval de importantes estrellas del futbol americano y del basquetbol.

Pero quizá el momento verdaderamente decisivo para este calzado llegó en la década de 1930, con el surgimiento de adidas, una marca que revolucionó el diseño, la producción y la comercialización de los tenis, tres ámbitos en los que demostró una notable sensibilidad para equilibrar vanguardia y funcionalidad. Si se atiende la historia de sus diseños más icónicos, se descubrirán lo mismo ejemplos de minimalismo que de experimentación, de audacia pero también de practicidad, diseños que destacan por la perfección de su sencillez y otros que lo hacen por su extravagancia, lo cual a su vez se encuentra ligado, indisociablemente, con un momento específico de la historia, un instante de la cultura, cierto temperamento colectivo.

Uno de los puntos culminantes en esta evolución son sin duda los NMD de adidas, caracterizados por un diseño atemporal y urbano en diferentes versiones –City Sock, Runner, y Chukka.

NMD es la serie de calzado más importante e icónica de esta generación, con la oferta de un notable nivel de status y comodidad, todo esto inspirado en el movimiento constante de las grandes ciudades.

 

¿Hasta dónde llegará esta evolución? La respuesta quizá, más que por un esfuerzo de previsión del futuro, tiene otro recorrido: el del asombro y la sorpresa por las obras que la creatividad y el atrevimiento animan.

Para mayor información visita: adidas.mx/nmd