Entre la islamofobia que sacude a Europa y a Estados Unidos, los londinenses dieron un poderoso ejemplo de ver más allá de los credos y eligieron a Sadiq Khan como su nuevo alcalde, candidato del Partido Laboral.
Khan, ligado a la izquierda, derrotó al conservador multimillonario Zac Goldsmith, afirmando que "en Londres no funcionan las tácticas estilo Donald Trump", luego de que su contrincante dijera que Khan era peligroso, sugiriendo su asociación con extremistas, jugando la política del miedo. La secretaria Theresa May había dicho también que Khan era peligroso, enfatizando su pasado como abogado de derechos civiles y su defensa de extremistas.
Khan felicitó a los electores por preferir "la unión sobre la división" y señaló que el miedo sólo debilita. Prometió poner a Londres y a los londinenses como su prioridad.
Hijo de un chofer de autobuses de Pakistán, Khan dijo que buscará dar a los londinenses las oportunidades que le permitieron crecer en esa ciudad y mejorar su vida. De tan sólo 45 años, Khan también es autor del libro Fairness not Favours: How to Reconnect with British Muslims.
Evidentemente el triunfo de Khan no terminará con la islamofobia, pero ofrece esperanza en un continente polarizado en el cual las olas de migración sumadas a los ataques terroristas han hecho que países como Alemania lleguen a niveles históricos de rechazo de la población musulmana, una animadversión en gran medida alimentada por los medios y la desinformación, algo en lo que el gobierno de Khan podrá ayudar, dando ejemplo de que los musulmanes no son terroristas por definición sino que son las circunstancias políticas las que han generado el terrorismo.