¿Está por extinguirse la escritura a mano?¿Qué implicaciones tiene esto?
Salud
Por: Luis Alberto Hara - 01/24/2016
Por: Luis Alberto Hara - 01/24/2016
Este 23 de enero se celebró el Día de la Escritura a Mano, una campaña organizada para de alguna manera proteger este precioso arte, antes completamente necesario, pero que ahora es cada vez menos practicado. La campaña reunió a personalidades compartiendo en línea su caligrafía y en algunos casos algunos las virtudes de escribir a mano.
En la era de las computadores y el texto en gadgets existe cierta desconexión con algo que era tan ordinario que a otra generación le hubiera parecido ridículo celebrar. El problema del desuso de esta tradición radica en que al escribir a mano existe una activación neurológica que no ocurre cuando escribimos solamente con un teclado. Según el psicólogo cognitivo Stanislas Dehaene, escribir a mano de hecho hace que sea más fácil aprender las cosas. Se trata del valor del gesto (o de un gesto más completo y refinado). "Hay un reconocimiento esencial en el gesto de la palabra escrita, una suerte de reconocimiento de la estimulación en tu cerebro", dice Dehaene; de alguna manera el gesto de escribir con un lápiz o una pluma conduce mejor la inscripción cognitiva. En su estudio The Pen is Mightier than the Keyboard (La pluma es más poderosa que el teclado) explica que tomar notas en una computadora de hecho disminuye nuestra habilidad de procesar nueva información.
Por supuesto, falta todavía bastante para que se extinga del todo la escritura a mano y quizás nunca ocurra; sin embargo, el solo hecho de su disminución implica simplemente un reforzamiento de ciertos circuitos neurales y no otros. La escritura a mano parece tener una salida más orgánica para el pensamiento en su paso a la realidad concreta.
A esto hay que sumarle el problema de la luz eléctrica y su afectación de los ciclos de melatonina, el multitasking y la atención dividida de navegar en Internet, y otras condiciones que son por lo menos un digno motivo para utilizar una pluma la próxima vez que quieras tomar una nota.