¿Rompiste con tu pareja y no sabes cómo manejarlo? Ahora Facebook también nos "ayudará" con eso
Por: Jimena O. - 11/20/2015
Por: Jimena O. - 11/20/2015
En nuestra época una parte importante de la experiencia emocional pasa por las redes sociales y, en general, los medios digitales. Las relaciones personales ya no sólo se viven en eso que antaño se conocía como el “mundo real”: los lugares físicos, los restaurantes, los parques, el mundo de la corporalidad, de los abrazos, de la voz. Todo eso existe, no ha desaparecido, pero convive también con esa otra forma del contacto y la cercanía que alguna vez se calificó de “virtual” porque ha prescindido del cuerpo y se sostiene únicamente en la comunicación a distancia. Mensajes de texto, fotografías enviadas en tiempo real, a veces también grabaciones de audio, pero todo por mediación de un soporte tecnológico impersonal.
Esto, que en algún momento pudo ser espontáneo, producto de la propia forma de relacionarse con los otros, ahora se ha convertido en un campo de acción de las grandes empresas digitales, que buscan insertarse en dichos momentos para promover el uso de sus productos. Y aunque podría pensarse que los sentimientos no son territorios comercializables, las estrategias de estos consorcios prueban lo opuesto.
El pasado 19 de noviembre en su blog, Facebook anunció una “mejora en la experiencia de cuando las relaciones terminan”, lo cual es una especie de ajuste especial en su algoritmo para el momento en que una persona cambia su estatus de “En una relación con” a causa del rompimiento amoroso.
De acuerdo con el comunicado firmado por la gerente de productos, Kelly Winters, la red social comenzará a “probar herramientas que ayuden a la gente a manejar cómo interactúan con sus ex parejas en Facebook después de que una relación termina”.
En la práctica, esto se llevará a cabo con una serie de preguntas que se le harán al usuario después de que este haya cambiado su información relativa a la persona con quien sostenía la relación. A partir de sus respuestas el algoritmo le mostrará el nombre y perfil de su ex un número específico de ocasiones (o ninguna), sus publicaciones se bloquearán automáticamente y su nombre ya no se mostrará como sugerencia al etiquetar a personas en una fotografía.
¿Qué pensar de este procedimiento, que en algo recuerda la práctica estalinista de borrar a personajes incómodos de fotografías históricas? ¿No es quizá cederle todavía más margen de nuestra subjetividad a Facebook (y, en general, a alguien que no somos nosotros mismos, con propósitos que no son los nuestros) al entregarnos a la comodidad de duelo que nos ofrece?