*

El reloj astronómico en la catedral de Saint-Jean

Por: Jimena O. - 11/28/2015

Desde el siglo XIV es posible apreciar un espectáculo mecánico en la bella ciudad de Lyon

 KONICA MINOLTA DIGITAL CAMERA

La ciudad de Lyon es considerada por muchos la capital gastronómica de Francia, aunque éste es uno de los tantos títulos constantemente en disputa con la capital del país. Existen muchas diferencias entre ambas ciudades, pero una de las más representativas son sus catedrales.

La catedral de Saint-Jean-Baptiste de Lyon se distingue de Notre Dame por albergar uno de los relojes astronómicos más antiguos de Europa. El reloj indica de manera exacta la fecha y la posición de la Luna, el Sol y la Tierra, así como de las estrellas sobre el maravilloso cielo lyonnais.

El primer registro documentado del reloj data de 1383. Desde entonces, ha sido testigo de los principales acontecimientos históricos de la ciudad. En 1562 fue destruido casi en su totalidad durante las Guerras de Religión, es decir, el enfrentamiento civil entre protestantes calvinistas y católicos. La reconstrucción fue hecha en 1661 por el maestro relojero Guillaume Nourrisson.

Durante la Revolución Francesa fue eliminado cualquier elemento que aludiera a la realeza, como la flor de lis o los escudos de armas. La última restauración hecha al impresionante aparato se realizó en 1954.

El reloj fue diseñado durante la época en la que predominaba el geocentrismo, por eso el Sol aparece girando alrededor de la Tierra. Sin embargo, el majestuoso aparato, con sus 9m de altura, seguirá marcando la hora de forma precisa hasta el año 2019.

La catedral de Lyon es una obra arquitectónica magnifica por sí sola pero el reloj ofrece un incentivo maravilloso para sus visitantes, al contar con una serie de figuras autómatas que se mueven a diferentes horas durante el día.

Además, las figuras cambian dependiendo de los días de la semana: el domingo es posible apreciar la resurrección de Jesús, el lunes su muerte, el martes se ve a Saint Jean-Baptiste, el miércoles a Saint Étienne, el jueves a un niño sosteniendo un cáliz, el viernes se representa a la crucifixión y el domingo la protagonista es la Virgen María.

Así, el espectáculo que ofrece el reloj puede finalizar contemplando la hermosa vista panorámica de la ciudad desde la ubicación privilegiada en la cual se encuentra localizada esta catedral.