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Este infográfico nos permite entender cómo funciona la "piratería" digital y cómo está dividido este campo de batalla

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La piratería digital es un tema polémico. Por un lado tenemos la postura que defiende la circulación libre de información –y por ende de los contenidos, mientras que del otro está la defensa del derecho de autor y el valor comercial de la creatividad. En torno a estos dos extremos tenemos posiciones intermedias, como la diferenciación entre compartir "amigablemente" contenidos y lucrar organizadamente con ellos sin tener los derechos correspondientes.

Otro factor que complica aún más este interesante mapa es que el flujo de obras y contenidos está plagado de agendas e intereses económicos encabezados por la ambición de intermediarios que generalmente corresponden a grandes disqueras, casas productoras, distribuidores y otros modelos corporativos que, sin ser los autores creativos de los contenidos, terminan quedándose con la mayor porción del pastel. 

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Con la masificación del acceso a internet se habilitó un efusivo intercambio de contenidos, un fenómeno sociocultural que pronto rebasaría al mercado tradicional y lo evidenciaría como un modelo obsoleto. Sin embargo, una vez llegados a este punto, fue inevitable fijar la atención en muchos aspectos del mercado que eran francamente cuestionables al privilegiar obscenamente a los intermediarios corporativos por sobre autores y público.

Y a pesar de que lo anterior comenzó a ocurrir hace ya unas décadas, por lo pronto seguimos discutiendo y experimentando alternativas viables y dignas para todos los involucrados, mientras que los grandes intereses económicos siguen cabildeando para lograr leyes y penas que frenen algo que es, a todas luces, imparable: el flujo de información.

Pero más allá de posturas y opiniones, a continuación les compartimos un infográfico (publicado en Visual.ly) que mapea con bastante lucidez el tablero donde se desenvuelve esta batalla contemporánea. ¿Quiénes protagonizan esta lucha? ¿Quiénes se benefician de la piratería en línea y quiénes la padecen realmente? ¿Qué papel jugamos nosotros los usuarios, las redes sociales, los buscadores y otras entidades? Tras analizar la siguiente infografía y dedicarle unos minutos de reflexión (y "referenciación") es bastante probable que obtengamos respuestas decentes a las anteriores interrogantes.

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Al centro del mapa observamos la generación de contenidos, desde música y películas hasta porno, videojuegos, libros y software –por cierto, los contenidos son el pilar de toda esta discusión y su valor, innegablemente, debe reconocerse. Abajo de este centro tenemos a las agencias reguladoras, los marcos legales y los gobiernos, pero también aparece un considerable núcleo de cabilderos que, respaldados por asociaciones de las diferentes industrias, presionan permanentemente para que se diseñen medidas que les favorezcan (o dicho de forma más clara, que beneficien su negocio).
 
En la parte superior del infográfico se visualiza el proceso de compartir dichos contenidos, el cual evidencia una incontenible miríada de vehículos entre plataformas estilo The Pirate Bay (que básicamente son catálogos digitales de contenidos que pueden descargarse gratuitamente), sitios como SideReel, donde vía streaming se hace disponible contenido, y comunidades P2P (soportadas por seeders/uploaders, usuarios que ponen a disposición de los demás su archivo personal de contenidos). Posteriormente, el sharing se amplifica considerablemente cuando llega a blogs, redes sociales (Facebook, Google+, etc.), motores de búsqueda (Google, Bing, etc.) y redes de contenido (YouTube, Reddit, etc.). Estos últimos actores, por cierto, monetizan buena parte del contenido que se comparte a través de sus plataformas.
 
En pocas palabras estamos ante una fotografía que nos ayudará a entender, al menos en mejor medida, cómo se gesta esta danza digital a la que, en una etiqueta que incentiva su condena cultural, se le conoce como piratería en línea. Un fenómeno, por cierto, en el que prácticamente todos participamos, que implica dilemas éticos y que representa un reto para la sociedad contemporánea –razones de sobra para tratar de entenderlo. 
 
* Imagen principal: Wubalicious/Deviant Art