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Conocido como "la madre de las ilusiones ópticas", este juego mental puede influir en tu percepción durante meses

Las ilusiones ópticas son fascinantes. Al actuar como una especie de glitches de nuestra realidad perceptiva nos demuestran la naturaleza relativa, y no absoluta, de la misma. Así nos recuerdan que aquello que percibimos no es necesariamente lo que "es", sino sólo una posibilidad de muchas tantas (incluso se rumora que el menú bien pudiera ser infinito). En este sentido las ilusiones ópticas flirtean con la paradoja y, si les dedicamos un poco de reflexión, es muy probable que terminen transformadas en una lección ontológica.

La ilusión óptica que a continuación les presentamos destaca por una peculiaridad: sus efectos pueden permanecer hasta por 3 meses. Descubierto en 1965 en Canadá y conocido como el efecto McCollough, este juego psicovisual puede influir en tu forma de percibir el binomio blanco/negro como verde/rojo. El "truco", que por cierto viene con una advertencia debido a sus efectos potencialmente duraderos, es explicado a detalle en este video.

 

Para inducirte esta alucinación (y luego contemplar la posibilidad de que todo lo que llamas "realidad" lo sea) necesitas seguir estos simples pasos:

1. Mira detenidamente el siguiente cuadro para reafirmar que estás ante una imagen en blanco y negro. 

2. Ahora dedica unos 3 minutos a observar fijamente el siguiente cuadro alternando la mirada entre el patrón verde/negro y el rojo/negro.

3. Ahora dedica nuevamente unos segundos a mirar la primera imagen en blanco y negro. En este punto muy probablemente notarás que las líneas verticales comienzan a irradiar tonos rosáceos y las horizontales tonos verdes. Pero lo más curioso de todo es que el efecto permanecerá durante minutos o semanas.

* No se recomienda practicar el ejercicio durante más de 15 minutos 

Una vez consumado este "juego mental" entonces tal vez, con un poco de suerte, te entregarás a reflexionar un poco no sólo en lo relativo de la realidad, sino también de la ilusión. A fin de cuentas lo ilusorio está ahi, todo el tiempo, desbordándose, y por eso resulta un tanto absurdo pensar que para jugar con la realidad necesitas ingerir sustancias psicoactivas o practicar sofisticadas técnicas. La verdad es que con observar un poco tu alrededor y aceptar la posibilidad de que aquello que percibes no es necesariamente lo que "es", todo está dispuesto para navegar las incómodas, pero sobre todo fascinantes, aguas de la ilusión.

Si te interesa este tema, te sugerimos un par de lecturas:

Todos estamos alucinando todo el tiempo (el Club de Viajeros Frecuentes)