Cuando Barack Obama asumió la presidencia, muchos entusiastas del fenómeno OVNI pensaban que este sería el mandato en el que por fin el gobierno aceptaría conocimiento de la existencia de seres extraterrestres (el llamado disclosure.) 6 años después, la presidencia de Obama no ha contribuido mucho que digamos a mantener la expectativa, la cual, junto con el fenómeno maya 2012, se ha diluido un poco. Buscando algo de qué agarrarse, la posibilidad de que Hillary Clinton ocupe la candidatura demócrata en 2016 y obtenga la presidencia es celebrada por la comunidad UFO.
Stephen Bassett, el único cabildero del fenómeno OVNI registrado en Washington, anticipa que Clinton podría abrir brecha y revelar la existencia de seres extraterrestres, lo cual "es el tema más importante del mundo". Otro entusiasta, el académico Michael Salla, coincide en que Hillary tiene un perfil "pro desclasificar".
Hace algunos años también se dieron a conocer imágenes de una reunión entre Hillary el filántropo de lo paranormal Laurance Rockefeller, quien en los 90, durante la presidencia de Bill Clinton, buscó que este desclasificara la información relacionada con los extaterrestres, entregándole el documento Lifting Secrecy on Information About Extraterrestrial Intelligence as Part of the Current Classification Review.
En las fotos de la reunión de 1995 se muestra a Hilary con un libro en la mano, el cual hasta ahora se ha identificado como Are We Alone? Philosophical Implications of the Discovery of Extraterrestrial Life, del cosmólogo Paul Davies. Rockefeller financió investigaciones realizadas por el doctor John E. Mack, de Harvard, sobre supuestas abducciones extraterrestres.
Por otro lado, no habría de descartar que el interés de los Clinton y su staff por el fenómeno OVNI sea parte de una operación psicológica para difundir (y confundir) información sobre extraterrestres y su posible infiltración en altas esferas del poder, orquestada por agencias de inteligencia. El documental Mirage Men ha demostrado que algunos agentes del FBI han intencionalmente sembrado información falsa para hacer creer a ufólogos que el gobierno tiene conocimiento de la existencia de extraterrestres. Esta desinformación aparentemente es útil como una cortina de humo para ocultar proyectos militares secretos o para manipular el estado de conciencia de las masas.