La combinación entre una figura espiritual o semiespiritual de un maestro y el acoso sexual contra sus alumnas o seguidoras no es ninguna novedad. A lo largo de la historia, se han denunciado múltiples situaciones dentro de contextos similares. Sin embargo, llama la atención la recurrencia de este fenómeno, y nos invita a reflexionar un poco sobre estas figuras y el poder que suelen regalarle sus seguidores. Por cierto, además de este patrón histórico, también debemos considerar la creciente tendencia de sexualización del yoga (el culto a la belleza exterior y al deseo sexual).
En esta ocasión se trata de Bikram Choudhury, el fundador del Bikram Yoga, quien actualmente enfrenta seis demandas de mujeres que lo acusan de haber sido molestadas sexualmente o incluso violadas por él durante sesiones de entrenamiento con su antiguo maestro.
El Bikram Yoga, creado a principios de los 70 mediante una síntesis de posturas del hatha yoga, se popularizó durante la ultima década. Su mayor particularidad es que idealmente debe practicarse en un cuarto "calentado" a una temperatura de 40°C. Pero junto con su popularidad también llegaron duras críticas que acusan en esta técnica un enfoque excesivo en la estética corporal y, sobre todo, un carácter de culto alrededor de su fundador y de los maestros.
De acuerdo con el New York Times la más reciente denuncia fue presentada por una yogi canadiense, quien lo acusa de asalto sexual en 2010. Mientras tanto Chowdhury permanece haciendo su vida normal dentro de su mansión en Beverly Hills, rodeado de jóvenes estudiantes que alimentan su halo de gurú.