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Las Hamilton City Libraries encontraron una nueva tendencia entre la gente: robar libros del ocultista Aleister Crowley. ¿Será esto una estrategia de lo oculto para surgir a la luz?

 

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Los bibliotecarios de las Hamilton City Libraries –esparcidas por Nueva Zelanda– han encontrado una nueva tendencia entre la gente. Los libros del ocultista Aleister Crowley siguen desapareciendo de los estantes, particularmente los títulos Sex Magic y Dramatic Ritual.

En palabras de una bibliotecaria:

Ya sea debido a robo o algo más siniestro, las bibliotecas Hamilton no pueden mantener estos libros en los estantes. Los libros del antaño muerto ocultista británico siguen desapareciendo. Aleister Crowley, claramente, se rehúsa a morir. O, al menos, sus fans lo hacen.

Tal vez, como el fantasma, la bestia también está condenada a repetirse. Lo cierto es que lo extraordinario siempre inunda a lo ordinario, y nunca viceversa. Bastó con que una persona robara un libro de Crowley en Nueva Zelanda para que contagiara a todo un nicho extraño de la nación. No es de sorprender que la literatura ocultista, particularmente del último Magus de Occidente, florezca profusamente mediante el hurto y no bajo la ley. "Haz lo que tú quieras será toda la ley".

Después de todo, lo oculto siempre a tenido estrategias de libertad, estrategias para subyacer enérgicamente bajo la superficie. A partir de este fenómeno de repetida desaparición los libros de Crowley han tenido que ser relocalizados en pasillos centrales de las bibliotecas, en stands de mesa, en anaqueles junto al mostrador. La Gran Bestia, no obstante que escribió sus libros en los alcances lejanos del siglo pasado, está otra vez en display.