Juegos divinos: compañía quiere hacer que sus clientes diseñen nuevas formas de vida
Ciencia
Por: Luis Alberto Hara - 01/08/2015
Por: Luis Alberto Hara - 01/08/2015
La Biblia, el texto más leído del mundo, dice que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios. Paradójicamente es la ciencia y no la religión la que desea fervientemente hacer efectiva esta analogía y crear vida, como el Dios bíblico que, según el Génesis, dispuso la vida en la Tierra como si fuera una especie de proyecto de diseño genético.
Anteriormente ya hemos visto el trabajo de Craig Venter, líder del proyecto del genoma humano y quizás la primera persona en crear una forma sintética de vida. Ahora Austen Heinz, CEO de Cambrian Genomics, quiere democratizar la creación y permitir que tú puedas también diseñar vida.
"Cualquiera en el mundo con unos pocos dólares puede hacer una criatura, y eso cambia el juego", dice Heinz. Su compañía por el momento utiliza lásers para diseñar ADN personalizado para farmacéuticas. Pero su intención es reunir fondos para llevar esto a un zona más radical, al borde del sci-fi: flores que cambian de color, leche sin vacas, carne no-animal para hamburguesas, pastillas que le dicen al médicos si te has tomados tus medicinas o un examen que detecta enfermedades con una sola gota de sangre son algunos de los proyectos de su empresa, dedicada a "imprimir la vida".
Heinz no escatima en su ambición. Imagina que en 20 años "las personas diseñarán a sus hijos digitalmente" y planea diseñar y añadir nuevos especímenes a la vieja Arca de Noé: "queremos diseñar organismos que nunca han existido antes".
Cambrian Genomics (cuyo nombre hace referencia a la Explosión Cámbrica, el periodo de evolución acelerada de hace 540 millones de años) ha recibido más de 10 millones de dólares de diferentes inversionistas, incluyendo el transhumanista Peter Thiel, uno de los angel investers de Facebook. En los últimos años la tecnología para editar el ADN se ha vuelto mucho menos costosa; Cambrian ha construido máquinas que crean secuencias de ADN de manera masiva, incluyendo errores en el código. De millones de secuencias se generan algunas correctas, que pueden ser usadas para programar formas de vida. "Es la tecnología más poderosa jamás creada. Las bombas de hidrógeno pueden destruir planetas enteros, pero esta tecnología puede crear planetas. Este es el más grande logro de la historia --la habilidad para leer y escribir vida, porque eso es lo que somos", dice Heinz con un poco de la soberbia del que quiere hacer como Dios.