*

"The Jeffrey Dahmer Files": la vida del "caníbal de Milwaukee" convertida en documental

Por: Psicanzuelo - 10/07/2014

Chris James Thompson examina en esta cinta la vida criminal de Jeffrey Dahmer

dahmermug-550x374

El fenómeno de los asesinos seriales ha sido común en la unión americana por varios años. Popular en el cine, ha ayudado a crear las más grandes interpretaciones por parte de detectives y asesinos. Pero sus raíces son muy reales en el país donde el capitalismo se ha consolidado con más fuerza.

Jeffrey Dahmer (1960-1994), mejor conocido con el sobrenombre de "el caníbal de Milwaukee", fue alcohólico y antropófago. Cometió crímenes como violación sexual, asesinato, desmembramiento y necrofilia contra 17 hombres y niños entre 1978 y 1991. Fue encontrado completamente sano en el juicio en el que se le condenó a cadena perpetua en el estado de Ohio.  

En la película se profundiza sobre los obscuros motivos de Jeffrey, propulsado por su enfermedad mental. Se proponía lograr construir el autómata perfecto, con el que se pudiera tener sexo continuamente, sin que este interactuara intelectualmente. Jeffrey alucinaba con robots sin opinión propia, pero desbocados en su libido, para mitigar sus grandes necesidades instintivas; un Frankenstein del deseo, previamente trepanado del cerebro.

En esta película, las recreaciones llaman especialmente la atención; podemos observar a un Jeffrey muy bien caracterizado, que no deja de comprar con su chequera alcohol y materiales de tlapalería. Al parecer su técnica fue muy sencilla para continuar con su proceder por tantos años sin ser atrapado. Se mudaba a un barrio negro y atacaba únicamente a minorías; en general los llevaba a su casa a platicar y después iba procediendo, al calor de las bebidas que daban pie a otras actividades luego de que estos se quedaban dormidos.jd

Por otro lado, lo que va articulando la narrativa son entrevistas reales sobre todo a dos personajes: el detective que lo encontró, que no deja de tener rasgos estereotípicos de cine Hollywoodense triunfante, y una vecina de color que reflexiona sobre los sándwiches que aceptó de un siempre amable Jeffrey. Cuando encontraron el departamento del sospechoso parecía más un laboratorio, con varias herramientas para proceder en cada crimen.

No cabe duda de que el tiempo libre no es bueno para todos, ni las substancias que alteran la conciencia. Pero sobre todo, el caso de Jeffrey Dahmer hace pensar que no existe una responsabilidad real del Estado sobre los individuos que tengan problemas psicológicos, y como un padre avergonzado, lo mejor es meterlos en cuartos alejados donde no los tenga que ver. De haber encontrado con programas de prevención la enfermedad de Jeffrey, que se presentó desde su adolescencia, estos crímenes podrían haber quedado plasmados en novelas de ficción o, mejor aún, en bonitos cuadros de paisajes.

 

Twitter del autor: @psicanzuelo