El Partido Verde Ecologista de México: entre la simulación y el cinismo
Por: Ana Paula de la Torre - 08/28/2014
Por: Ana Paula de la Torre - 08/28/2014
En México, todo partido político ha protagonizado, con notable frecuencia, escándalos de corrupción. Tal vez por eso, entre otras cosas, los niveles de aceptación de los partidos son minúsculos –aversión que se extiende incluso a la aceptación de la democracia, la cual es minoritaria. Según un estudio de Latinobarómetro, en 2011 sólo 39.6% de los mexicanos consideraba que la democracia era la mejor forma de gobierno.
Pero regresando al tema de los partidos, a su cada vez menor credibilidad y su cuestionable proceder, existe un ejemplo tajante de las peores prácticas en las que incurren estas organizaciones: el Partido Verde Ecologista de México, un grupo incongruente, gangsteril y que, empleando el estandarte medioambiental, ha sido un férreo enemigo del ecosistema –en el más amplio sentido de la palabra. Recientemente, por mencionar sólo un caso, promovieron la perniciosa técnica del fracking.
Historia
Aunque antes había competido en las elecciones de 1988 en coalición con el primer candidato de izquierda con posibilidades de alcanzar la presidencia, el ingeniero Cuahutémoc Cárdenas, el PVEM obtuvo su registro oficial en 1991, pero tuvo que buscarlo nuevamente en 1993 por no haber alcanzado los votos necesarios. Ese año logró consolidarse como el Partido Verde Ecologista de México (antes se llamó Partido Verde Ecologista Mexicano y Partido Ecologista de México).
Desde entonces, el PVEM inauguró una notable trayectoria de escándalos, algunos ligados a sobornos para la construcción en áreas naturales (tremenda paradoja) y otros a capítulos oscuros que develaremos más adelante. A lo largo de toda su historia este partido ha sido controlado por la misma familia. Fue fundado por el Ing. Jorge González Torres y después dirigido por su hijo, Jorge Emilio Gonzáles Martínez, conocido como "el Niño Verde", popular protagonista de situaciones deplorables.
El negocio de los partidos pequeños
En México, el afloramiento de partidos no representa necesariamente una ventaja para la pluralidad política. En la práctica, los partidos más pequeños han fungido como cotos de poder al servicio de grupos determinados que, entre otros beneficios, disfrutan de los cuantiosos presupuestos asignados del erario público. Un ejemplo claro, además del PVEM, es el Partido Nueva Alianza, controlado hasta hace poco por la exlideresa magisterial más poderosa de América Latina, Elba Esther Gordillo, quien hoy se encuentra en prisión por evasión fiscal.
Tan sólo en este año atestiguamos el nacimiento de tres nuevo partidos, que antes de las elecciones y de lograr los votos necesarios para refrendarse, recibieron al menos 10 millones de pesos, cada uno, de presupuesto público.
En el caso del Partido Verde, esta dinámica se traduce en un obsceno negocio familiar, mismo que probablemente financia los gastos millonarios (de cuentas de hasta 15 mil euros en una sola noche de discoteca en Europa) del Niño Verde, por cierto lujos que sólo se permiten algunos raperos o gente que accede a grandes fortunas sin gozar del amparo de la educación o el buen gusto.
Los capítulos más oscuros del PVEM
Aunque en los escándalos más sonados ha estado involucrado mayormente el Niño Verde, hay otros menos populares, que hacen eco en algunos estados de la República. Por ejemplo, en Jalisco, en 2010 se denunció que el partido ocultaba los tiempos de afiliación de militantes, lo cual abonaba a que los mismos miembros se repartieran los puestos públicos sin tener que crecer su padrón.
No es un partido "verde"
En 2009 el Partido Verde Europeo le retiró su reconocimiento como "partido verde", por alejarse de objetivos medio ambientales. Más de 100 organizaciones ambientales de México también se han unido para denunciar su falsedad, incluida Green Peace.
Algunas acciones del PVEM contra la ecología:
-Han sido defensores de la explotación de la minería a cielo abierto, como en el caso del estado de Morelos.
-Han exponenciado el desarrollo hotelero y de explotación turística en la Riviera Maya.
-Aprobaron sin objeción la reforma energética que privilegia la quema de hidrocarburos.
- Avalaron abiertamente el fracking de la reforma energética.
Las alianzas como su motín de canje
En las elecciones federales de 1988, el PVEM formó parte del frente democrático nacional que abanderó al Ing. Cuauhtémoc Cárdenas; en año 2000 hizo alianza con el PAN, postulando a la presidencia al cateto Vicente Fox, y en 2012 integró la alianza Compromisos por México proponiendo al presidente actual, Enrique Peña Nieto. En pocas palabras, se alía al mejor postor para conseguir escaños y financiamiento, sin ningún objetivo ideológico de por medio .
¿Cuánto nos ha costado esta simulación?
De 1997 a la fecha, el PVEM ha costado al erario público 4 mil 433 millones 414 mil 928 pesos.
Conclusiones
El sistema político actual en México es calificado por muchos como una partidocracia. Entre la evidente cooptación de poder de los partidos en México, el PVEM se ha consolidado como una de las peores manifestaciones dentro de este escenario. Aunque tal vez a nadie sorprenda la información aquí expuesta, es quizá buen momento --sobre todo ahora que ha sido aprobada la reforma energética (calificada por actores como Green Peace como antisustentable)-- para exigir alternativas que frenen a este tipo de instituciones, que claramente suman a una menor credibilidad hacia este "reinado de los partidos".
Twitter de la autora: @anapauladelatd
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