Artista contrae cáncer en la glándula pineal y pinta extraordinarias obras psicodélicas
Psiconáutica
Por: Luis Alberto Hara - 08/22/2014
Por: Luis Alberto Hara - 08/22/2014
Un extravagante caso de arte, psicodelia y "pinealidad" se registró en la vida de un estudiante de arte que contrajo cáncer en la glándula pineal. A lo largo de seis años Shawn Thornton padeció cáncer en esta glándula, un órgano protagónico en diversas tradiciones ocultistas y místicas. Afortunadamente fue operado y libró la enfermedad, pero esta etapa resultó en un peculiar legado pictórico que, en cierto modo, documenta la riqueza de la data que almacenamos en ese punto del cuerpo.
La glándula pineal mide apenas entre 5 y 8 milímetros, y se ubica entre los hemisferios cerebrales, junto en tercer ventrículo (digamos que un par de centímetros arriba de tu entrecejo y a la mitad del camino entre tu frente y tu nuca). Entre sus funciones destaca la secreción de una hormona llamada melatonina. Además, usa la luz solar para regular nuestras frecuencias anímicas.
En las tradiciones alquímica, brahamánica e hinduista existen múltiples referencias a la glándula pineal, también llamada "el tercer ojo". En el siglo XVII, Descartes la etiquetó como “asiento del alma”, advirtiendo que aquí residía el punto de unión entre el cuerpo y la mente. En las últimas dos décadas, así como ha ocurrido con muchos otros preceptos de misticismo milenario, la glándula pineal se ha puesto relativamente de moda. En un artículo anterior con algunas recomendaciones para, supuestamente, desintoxicar este órgano, advertimos:
Múltiples conceptos del New Age se asocian con el despertar de este órgano, y su popularidad ha aumentado en la última década gracias a la desbordada irrupción del consumo de N-dimethyltryptamine (DMT) en la cultura pop. A pesar de que aún no está plenamente probado, existen buenas razones para pensar que esta misma sustancia es secretada en nuestra glándula pineal en determinados momentos, por ejemplo, en nuestra concepción y muerte. También se le asocia a fenómenos como los sueños lúcidos y la creatividad.
En resumen, y a pesar de que es una pieza esencialmente misteriosa, parece difícil discutir la importancia que esta glándula tiene tanto en el plano biológico como en el psicológico y, aparentemente, en el espiritual. Por eso resulta particularmente curioso que Thornton haya experimentado estas visiones mientras su glándula fue invadida por un tumor cancerígeno. Al parecer, el peculiar estímulo que recibió su órgano en ese lapso detonó una serie de coreografías visuales con alusiones claramente místicas y explosivamente coloridas, las cuales, por fortuna, quedaron documentadas en la obra que este artista produjo durante ese lapso.
Consulta aquí el portafolio completo de Thornton.