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La fama de los rarámuris como los mejores corredores del mundo se confirmó en esta carrera internacional, que se celebra en España en sierras desniveladas y escarpadas

rarEn las sierras de Alcaraz y Segura, en Albacete, España, se celebra el Ultramaratón de los 154 km. Este año, los rarámuris Silvino Cubésare y Arnulfo Químare participaron, y uno de ellos ganó el primer premio. Los rarámuris, cuyo nombre significa "pies ligeros", emplean el hábito de correr como una forma de transporte pero, también, como una transformación ceremonial y sagrada, una manera de fundirse con el entorno a partir del trance que genera correr, mezclado con el sentido místico que le imprimen.

En otros años, los rarámuris (popularmente conocidos como tarahumaras) ya habían ganado carreras en Estados Unidos. Los miembros de este grupo indígena mexicano son considerados por muchos como los mejores corredores del mundo. Cotidianamente atraviesan valles a grandes velocidades o, como en este caso, compiten en carreras sin los sofisticados equipos deportivos, con sus huaraches de suela de llanta y un cordón que sujeta el dedo al tobillo y al resto de la pierna.

Más allá de los avances tecnológicos, la concentración y agudeza mental son esenciales para consumar las hazañas más inverosímiles. Este año, Cubésare ganó el primer lugar en la categoría senior del Ultramaratón y el segundo lugar general, quedando a tres segundos del primero. Esta carrera se desarrolla a lo largo de tres días, durante los cuales los competidores corren 50 km diarios, con algunos intervalos de descanso. La carrera inició el 30 de mayo y concluyó el 1 de junio, y participaron 700 corredores.

Se trata de una peculiar competencia, porque el trayecto recorre 8, 220 metros de caminos accidentados y desniveles, por tratarse de una sierra; algo así como la bici de montaña pero, en este caso, con el puro recurso de las piernas. Cubésare y Químare se preparan ahora para la última competencia, el 7 de junio en Cerdanya.