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Hombre intenta surfear entre la multitud durante un concierto de Händel y lo echan del lugar

Por: Luis Alberto Hara - 06/22/2014

Un prestigiado científico se encontraba entre el público asistente a una interpretación del Mesías de Händel en Inglaterra. En cierto momento, profundamente emocionado, intentó arrojarse a la multitud, pero sólo consiguió que otros miembros de la audiencia lo sacaran del lugar

surf

Deslizarse sobre una multitud es una de las prácticas más emblemáticas de los conciertos de rock, uno de esos gestos que consuman la fusión del individuo con la masa (tal y como explicó Elias Canetti) pero que también es expresión de entusiasmo, de atrevimiento e, incluso, de esa especie de camaradería tribal que se forma espontáneamente entre los fanáticos de un cantante o una banda.

Pero, ¿esto sería posible durante un evento de otro género de música?; digamos, ¿durante uno de música clásica?

Así lo intentó un hombre durante una interpretación del Mesías de Georg Friedrich Händel, sin duda una de las piezas más conocidas del repertorio sacro de la también llamada música académica. Hace unos días, el Mesías formó parte del festival Bristol Proms, una alternativa “accesible e informal” al ya tradicional BBC Proms que tiene lugar en Inglaterra.

Poco antes, Tom Morris, director del Bristol Proms, había invitado al público en general a participar con toda la emoción que pudieran en las actividades del festival; esto, con el propósito de “destruir las convenciones estrechas de los conciertos clásicos tradicionales”. “Aplaudan o griten cuando quieran, y no callen a los demás”, dijo Morris a los asistentes que estaban a punto de escuchar el Mesías.

Sin embargo, puede ser que David R. Glowacki se tomó la recomendación de Morris demasiado en serio o la llevó a un extremo para el cual las autoridades del festival no están todavía preparadas. En cierto momento, cuando la orquesta y el coro del Bristol Proms interpretaban el "Aleluya" (una de las partes más conmovedoras de la obra), Glowacki subió al escenario e intentó lanzarse sobre la multitud, pretendiendo que lo sostuvieran y poco a poco lo deslizaran, para hacerlo flotar en un mar de manos.

 

Sólo que esto no pasó. En cambio, un par de personas del público tomó a Glowacki y entre ambos lo echaron del lugar. Según Morris, esta es la primera expulsión de ese tipo (realizada por miembros del público) desde el siglo XVIII.

Por su parte, Glowacki, actualmente investigador visitante en la Universidad de Stanford y experto en reacciones moleculares dinámicas de no-equilibrio, se mostró profundamente molesto por la contradicción entre las peticiones de Morris de hacer menos tiesos los conciertos de música clásica y su expulsión. “Ni la audiciencia burguesa ni los curadores (como Tom Morris) creen realmente en lo que dicen. Eres libre de comportarte como quieras y es confortable pensar que tienes libertad, pero esto sólo es aceptable mientras te comportes correctamente”, dijo al respecto.

En cuanto a Morris, espera que un incidente de esta naturaleza no se repita durante el próximo evento del Bristol Proms, en el que el pianista chino Ji Liu interpretará la célebre pieza silente de John Cage 4’33’’.