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Al parecer, a los osos pardos les gusta practicar sexo oral

Por: Jimena O. - 06/18/2014

Un par de osos machos del santuario de Kuterevo, Croacia, son los primeros miembros de su especie en ser observados practicando sexo oral

oso pardo

¿Por qué nos parece tan extraño ver comportamientos sexuales distintos a la reproducción en otros animales? Nos encanta establecer barreras que definan lo humano; queremos tener comportamientos que nos hagan únicos, que parezcan producto de nuestra voluntad y no de una inconsciente deriva genética. Si vemos ballenas teniendo un ménage à trois o murciélagos practicando cunnilingus dudamos de que puedan ser comportamientos típicos, sanos, los sometemos a criterios distintos a cuando hablamos de "lo humano”. Esto ha pasado con el caso de dos osos que gustan de practicarse sexo oral en el santuario de Kuterevo, Croacia.

La estimulación sexual no vinculada a la reproducción es rara entre los mamíferos no primates. En todo caso, tales comportamientos tienden a asociarse más al establecimiento de jerarquías en las especies más sociales. Sin embargo, cuando estos comportamientos suceden en especies solitarias, como los osos, los expertos tienden a pensar que esto se debe a una anormalidad (como si otros animales no fueran capaces de buscar el placer por el placer).

Recientemente surgió el caso de dos osos pardos machos criados en cautiverio desde cachorros, los cuales se practicaban felaciones varias veces al día, al menos hasta que cumplieron 10 años. Desde que se estableció quién recibía y quién daba las felaciones, los roles se han mantenido sin cambios y su comportamiento se volvió altamente ritualizado. Se especula que este comportamiento inició como resultado de un temprano aislamiento de su madre y que continuó por la satisfacción que les causaba. Este es el primer reporte registrado de sexo oral entre osos y sugiere que este comportamiento poco común tiene que ver con privarlos del contacto materno a edades muy tempranas.

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