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pot-vs-meth

Para aflojar un poco, hay que ver este debate magistral entre una planta cannabis y un cristal de metanfetamina. Ambas drogas defienden su derecho a ser consumidas y a existir en la sociedad. La arrogante planta de marihuana navega la cresta y se siente segura probablemente por la aprobación que está recibiendo en los últimos años y se burla del meth, al que llama "ácido de batería y limpiador de pipas"

El crystal meth muestra su característica paranoia de que el gobierno la espía y no logra contener su nerviosismo metanfetamínico, deshaciéndose en la silla. Es claro que se trata de una estereotípica caricaturización: la marihuana olvida lo que iba decir, se pierde en golfos de conciencia −quizás necesita otra dosis o tiene hambre.

Es importante diferenciar entre la marihuana y otras drogas duras como el meth, pero también hay que recordar que el meth ha sido objeto de una satanización (mezclada con glorificación en el caso de los productores, no consumidores, como ocurre en la serie Breaking Bad). Muchos de los efectos que se utilizan en los medios para describir los horrores del meth en realidad ocurren por una tendencia en los adictos a abandonar la higiene personal. Por otra parte es importante recalcar que su consumo habitual sí puede tener serias consecuencias en la salud de sus usuarios, a diferencia de la marihuana que además tiene algunos beneficios medicinales.