Generalmente en el orden humano primero es la cena y luego el sexo. Pero para estos temibles insectos la cópula termina en la cena, mostrando que eros y tánatos son dos caras de la misma moneda en todos los reinos. En este elegante video de insect porn podemos apreciar cómo una mantis religiosa hembra devora a su pareja después de aparearse.
La revista New Scientist tiene una edición especial, "Cure for Love", en la que ofrece una visión helada del amor, desde la perspectiva racionalista de la ciencia. En el intento de desmotivar las cuitas que genera esta "patología", nos muestra un video realizado por investigadores de la Universidad de Fedonia en Nueva York en el que documentan el acto necromántico. Según el investigador William Brown, "el canibalismo ocurre en 16% de los encuentros [amorosos]. El macho logra escaparse muchas veces".
Las mantis religiosas chinas gustan aparearse en otoño cuando la comida es escasa, lo cual hace que su estado de deseo feroz selle la cópula con el alimento: los machos son grandes en comparación con otras fuentes de alimentos. Primero devoran la cabeza, lo cual hace que duren más en el acto sexual —ya sin inhibiciones ni distracciones. En el mundo natural, el sexo es un acto sin afectaciones ni zalamerías.
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