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Guardia suizo afirma que existe una red homosexual dentro del Vaticano

Por: Luis Alberto Hara - 01/23/2014

Sobre los rumores de una red homosexual dentro del Vaticano, un antiguo comandante confirma que "puede existir tal cosa" dentro del cuerpo de seguridad del Papa.

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Un antiguo jefe de la Guardia Suiza, la fuerza encargada de proteger al Papa desde el siglo XV, afirmó que según su experiencia no es descabellado suponer que exista "una red de homosexuales" dentro de la Santa Sede.

Elmar Mäder de 50 años fue comandante de la Guardia Suiza de 2001 al 2008, por lo que su experiencia le permite afirmar que "un ambiente de trabajo donde la gran mayoría de los hombres son solteros atrae per se a los homosexuales, ya sea que lo busquen conscientemente o sigan inconscientemente su deseo. La Curia Romana [órgano burocrático del Vaticano] es exactamente este tipo de ambiente."

Las declaraciones fueron hechas al periódico suizo Schweiz am Sonntag, el cual publicó a principios del mes las acusaciones de un guardia que dijo haber sido presa de "peticiones sexuales sin ambigüedad" por parte de un clérigo. Según el guardia, mientras cenaba con un clérigo en un restaurante de Roma, se le informó que él "sería el postre."

Aunque Mäder no condena la homosexualidad (afirmando que los gays deben ser "aceptados con respeto, compasión y sensibilidad"), sí cree que la existencia de relaciones homosexuales entre miembros de la Guardia Suiza y del Vaticano mismo podrían representar un riesgo de seguridad, "pues el riesgo de deslealtad podría ser muy alto."

Mäder opina que "muchos homosexuales se inclinan a ser más leales entre ellos mismos que a otras personas o instituciones. Si esta lealtad fuera tan lejos como para convertirse en una red o incluso algún tipo de sociedad secreta, yo no lo toleraría en mis esferas de toma de decisión. La gente clave en el Vaticano ahora parece pensar de modo similar." 

Con esto, Mäder se refiere tal vez a los comentarios del Papa Francisco con respecto a no juzgar a los homosexuales ni perseguirlos, pues "si ellos aceptan al Señor de buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlos?".