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¿Soñar con la inmortalidad tiene sentido si no se resuelven los problemas urgentes, como el cambio climático? Juan Patricio Riveroll le dedica una reflexión este humano tema.
Machine-Head

Jonathan Edward Guthmann, "The German Mind", 2012

Me gusta pensar en la inmortalidad. Puede parecer una noción arrogante por parte del ser humano, sin duda. Querer trascender la biología, pensar en el cuerpo como un vehículo para la mente que pueda ser suplantado por otro es visto por unos como un deseo seductor y por otros como algo monstruoso. Formo parte del primer grupo, aunque veo la cuestión con escepticismo. Ya mencioné aquí la tendencia de Kubrick y de Hawkins, pero hay otros científicos y futurólogos como Ray Kurzweil que lo llevan más lejos. El matemático John von Neumann fue el primero en usar el término singularidad, el maridaje entre el hombre y la máquina, conceptos que se explican con fortuna en Transcendant Man, y de una forma más radical en Technocalyps, en donde aparece Kurzweil, Terrence McKenna y un largo etcétera. 

Entre las ideas sobre genética, robótica y nanotecnología que aborda Transcendent Man aparece Hugo de Garis, quien comparte algunas ideas con Kurzweil pero que funge dentro del esquema narrativo como némesis. Ambos creen que en los siguientes cien años habrá la posibilidad de crear máquinas más inteligentes que el ser humano, y con ello vendrá el peligro de que esa inteligencia artificial se vuelque contra nosotros, un eco más de la ciencia ficción que viene desde Frankenstein hasta 2001 o TerminatorSegún de Garis habrá una pugna entre quienes estén dispuestos a arriesgar a la raza humana para crear a este ser cuasi supremo, más inteligente y por ello más poderoso que el ser humano, contra quienes lo juzguen inconveniente.  

Si algo es posible dentro de la ciencia, tarde o temprano se llevará a cabo. El conocimiento humano no se detiene. Por más que haya quienes juzguen poco ético, digamos, la clonación, si es posible, alguien lo hará. Lo mismo sucederá con la inteligencia artificial, que si es factible, será una realidad que formará parte de la evolución. 

Las ideas de Kurzweil tienen algo de cierto y mucho de exceso de optimismo que tiende a la utopía. Dentro de lo cierto, en mi opinión —porque todo es especulación ante el futuro—, es que la nanotecnología combinada con la genética y los avances médicos puedan hacer que vivamos más tiempo. No sólo que la expectativa de vida sea mayor, lo cual siempre ha sido así en la historia del ser humano, sino que avance mucho más rápido de lo previsto. Las cifras en las que hay cierto consenso en cuanto a longevidad llegan al tope promedio de 106 años de edad para el año 2300. Es probable que se rompa el récord de la mujer más longeva, que hasta hoy está en 122 años de edad, pero es difícil pensar en muchos años más que esto, por más que en el futuro cambiemos partes humanas por partes robóticas, o por constantes trasplantes de órganos. Kurzweil defiende su postura bajo el aceleramiento exponencial de la ciencia, que en veinte o treinta años será tan rápido, que no sabemos qué pueda pasar, sin embargo, creo que todo tiene un límite.  

Pero continuemos con esa idea. Basado en experiencias de gente que ha perdido alguna parte del cuerpo, sobre todo alguna extremidad, Federico Sánchez afirma que el cuerpo es un fantasma. Si después de perder un brazo todavía se siente, y hasta se puede sentir dolor en la mano que ya no está, entonces ese dolor es una ilusión. El dolor es una ilusión creada por el cerebro para defender al cuerpo, que en realidad no siente nada, o al menos no como creemos. En sus palabras: 

El cuerpo es un fantasma que el cerebro ha construido temporalmente, sólo por conveniencia. Este fantasma le permite al cerebro controlar los movimientos del cuerpo. ¿Qué puede ser más real que nuestros propios cuerpos? Sin embargo hemos visto cómo el cerebro ha cuidadosamente construido un mapa de nuestro cuerpo para navegar en nuestro medio ambiente y comunicar nuestro estado interno. El cuerpo que experimentamos es esencialmente un fantasma que siente, y corresponde a la experiencia que tenemos de nosotros mismos en contacto con el medio ambiente. Es una ilusión continuamente actualizada que depende de las memorias más recientes de nuestro cuerpo y de sus cargas tanto en relación a sus partes como en relación al mundo a nuestro alrededor. El cerebro ha construido un mapa continuo, integrando el mapa visual del mundo exterior con un mapa interior, propioreceptor de nuestros cuerpos.  

Es un párrafo de A Thousand Moments of Solitude, y es la simplificación de conceptos que lleva más lejos en The Master Illusionist: Principles of Neuropsychology. Según esta teoría, entonces, sería posible reponer las partes del cuerpo con otras, mientras se logre mantener al cerebro vivo. La llave para que eso suceda a un nivel cercano a la inmortalidad, según Kurzweil, está en la nanotecnología, que permitirá meter pequeñísimas y sofisticadas máquinas al cerebro para mantenerlo en forma, evitar cualquier falla y hasta ayudar en algunas faenas, como, por ejemplo, expandir la memoria. Eventualmente sería posible copiar el cerebro y subirlo a una computadora, uniéndose con el ciberespacio. Las preguntas en ese caso se multiplican. ¿Hasta dónde llega la conciencia? ¿Qué tantas máquinas dentro del ser humano serían tolerables para seguirse llamando humano? Para muchos científicos el siguiente paso en la evolución es una mezcla.  

En el otro espectro, para Noam Chomsky esto no pasará de ser ciencia ficción. Antes de permitirse hablar demasiado sobre inteligencia artificial o la singularidad, que desecha rápidamente, aprovecha el micrófono para hablar del cambio climático provocado por el hombre como una amenaza real. Si en alguna proyección a futuro está de acuerdo la comunidad científica es en la consecuencia que va a tener la degradación de los polos para la vida del ser humano en el planeta. Last Days on Earth, un documental del History Channel, hace una lista de siete posibles amenazas:

7. La muerte de una estrella cercana, entre los rayos gama y el hoyo negro que genera.

6. La inteligencia artificial.

5. Erupciones volcánicas graves que generen terremotos y formen una capa de ceniza que tape el sol durante mucho tiempo, provocando una era de hielo.

4. La colisión con asteroides. Apofis, por ejemplo, podría pegarnos en 2028 o 2029, depende de su errática órbita.

3. Guerra nuclear.

2. Guerra biológica o una plaga pandémica.

1. Cambio climático ocasionado en gran medida por el hombre. 

A Chomsky también le preocupa la amenaza nuclear, pero lo más relevante es el clima. Para quien no le quede claro, Chasing Ice lo pone en imágenes gracias a los esfuerzos del fotógrafo James Balog. Y aunque empieza a haber proyectos certeros de energía alterna sobre combustibles fósiles, estamos lejos de popularizar su uso. El crecimiento de la población no parece ser una preocupación tan urgente, pero creo que está directamente relacionada con el cambio climático. Según las estadísticas recopiladas en la Wikipedia, aunque el crecimiento poblacional avanzará considerablemente en las siguientes décadas, llegará a un punto en que se estabilizará en lo que se llama "valor de reemplazo", es decir que ninguna pareja del planeta tenga más de dos hijos.  

Si los pueblos menos desarrollados no se estabilizan, el aumento en la población global es inevitable, y la única manera de hacerlo, a mi entender, es con ayuda de los países más desarrollados. Sólo a través de la educación, que viene después de erradicar la desnutrición, se puede lograr que África, India y China se estabilicen, que son las principales zonas de aumento poblacional, aunque no hay que dejar de lado a los países que le siguen, entre los que están Estados Unidos y México. Sospecho que si el vecino del norte no ha logrado siquiera estabilizar su población a futuro, esto tiene algo que ver con nosotros, y esa es la clave que hay que comprender: los países más desarrollados no pueden dejar a los demás atrás. Estamos en el mismo barco.  

Prácticamente ya existe la tecnología que libere al ser humano de la opresión, pero somos una raza renuente al cambio. Si las cosas sucedieran como plantea Will Work for Free, la utopía de un futuro en armonía no está lejos.  

Aunque la idea de la inmortalidad sea atractiva y sea grato pensar que Kurzweil tenga razón, estoy de acuerdo con Chomsky: hay que solucionar primero los temas urgentes. Después soñamos. 

 

Por: Juan Patricio Riveroll 

Diciembre 2013

Twitter del autor: @jpriveroll 

 

Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Pijama Surf al respecto.