La Navidad: esa época de paz, concordia y envolturas que permanecerán en tu sala probablemente hasta la Navidad del próximo año... es una etapa de fiestas y gente entrando a tu casa. Esto sólo representa un problema si eres una persona desordenada y con pobres hábitos de higiene. Si tienes mascotas o niños, multiplica el desastre por el número de cabezas que duermen bajo tu techo.
El polvo se acumula, los objetos se mueven inexplicablemente de lugar, y cada superficie del espacio está ocupada por objetos que probablemente ya no utilices (ni necesites): está bien, eso es lo que pasa cuando habitas un lugar. El problema es que parte de habitarlo implica darle mantenimiento periódicamente, además de que ese sitio puede servir como punto de reunión para tus amigos.
Aceptémoslo: probablemente nunca serás una persona organizada, pero si tuviste la (desafortunada) idea de ser anfitrión(a) de una fiesta navideña, he aquí algunos consejos prácticos para salir avante de la situación.
1. Ocúpate del fregadero
Si dejaste "remojando" un traste más de una hora, probablemente lo dejes ahí hasta tu próxima mudanza. Lo más deseable sería que te dieras una hora para lavar los trastes sucios, pero si te es imposible, simplemente lava lo necesario para utilizar durante la fiesta y colócalo en las repisas más accesibles. Guarda los trastes sucios en las gavetas superiores, al igual que las ollas sucias del refrigerador (probablemente necesitarás espacio de almacenamiento para bebidas y comida sobrantes de la noche). Utiliza platos y vasos desechables sólo como última opción (y siéntete mal al día siguiente a causa del enorme daño medioambiental al que contribuyes).
2. Almacenamiento provisional
Toma una bolsa o un bote grande y coloca dentro todos los objetos que estén fuera de su lugar. Luego guárdalos en un clóset o bajo la cama. Ya te ocuparás de ellos luego. La mañana después de Navidad es una de las fechas más caóticas, así que puedes dividir los objetos de tu sala en dos categorías: no voy a usarlo ahora y no voy a usarlo nunca. Coloca todo lo que no vayas a utilizar pronto en una bolsa y guárdala en el clóset; lo que no vayas a utilizar (incluyendo envolturas, por más brillantes que sean) colócalo en la segunda bolsa y pónla fuera de tu casa. La gente le llama "basura".
3. Las bolsas de basura son tus aliados
Si hace meses que no recuerdas cómo es el piso de tu habitación a causa de toda esa ropa sucia regada por todos lados, simplemente guárdala en bolsas de basura y métela en tu clóset o fuera de la vista de tus invitados. Si alguien pregunta puedes decir que es ropa que vas a donar (y considerando que tienes un problema con el orden, tal vez deberías considerar donarla antes que organizarla).
4. Ceniceros
Si eres fumador probablemente tu casa o departamento huela como un gran cenicero sucio. Tómate unos minutos para encontrar todos los ceniceros o contenedores de colillas que haya dispersos por la casa, vacíalos en una sola bolsa y límpialos. Nada menos acogedor para Navidad que encontrarse macetas llenas de colillas o ceniza de cigarro.
5. Clasificación de pequeños objetos
Existen objetos que no tienen un lugar preciso en ninguna parte, y que más bien van de cuarto en cuarto por largas temporadas. Juguetes de animales, extrañas piezas electrónicas de dispositivos desaparecidos, ropa de bebé, trofeos de competencias de la primaria, adornos, recuerdos de viajes... Todas esas pequeñas cosas pueden caber en una sencilla caja, que puedes coronar con tres o cuatro toallas limpias en el baño porque ver toallas (tal vez con una vela en la cima) le dará a tus invitados la sensación de estar en una tienda de blancos en lugar de en un nido de ratones.
6. Haz énfasis en la cocina
Si tus invitados traen comida tal vez necesiten un lugar para colocarla. Limpia tu comedor o desayunador dejando libre el mayor espacio posible. A la gente le encanta entrar a la cocina a "ayudar" durante las fiestas navideñas, así que si vas a limpiar a conciencia un sólo sitio, que sea ése.
7. Voltea los cojines del sillón o sofá
Manchas cuyo origen se pierde en el tiempo y pequeños tesoros: voltear tus cojines es toda una aventura para una persona desorganizada. Cuando termines de reencontrarte con el pasado o de lamentarte por él, voltea los cojines para tener una sala como nueva. ¿No tienes cojines? Prueba colocar textiles o mantas de impresiones atractivas encima. ¿No tienes sofá? No tienes problemas.
8. Limpia vidrios y espejos
...además de toda otra superficie que refleje la luz o sea transparente. Aunque sea difícil de creer, al igual que los pisos, las ventanas también deben ser lavadas con regularidad, pues el polvo y la grasa encontrarán siempre la manera de alojarse ahí. Pon especial cuidado en el espejo del baño.
9. Suelo y áreas comunes
Barrer, trapear y aspirar probablemente son palabras fuera de tu vocabulario. Después de una fiesta probablemente volverá a estar sucio, es cierto, pero recibir a tus invitados con el piso lleno de manchas de fiestas previas no es una buena idea. Es un día al año, no debería ser muy difícil... Eso, o compra una alfombra nueva y colócala de manera que tape todas las manchas visibles.
10. Velas
El secreto mejor guardado de la temporada son las velas: vuelven acogedor y mágico cualquier sitio, contribuyen a dejar una fragancia acogedora en el aire y te harán parecer la persona organizada y limpia que tal vez nunca serás. Eso, o tal vez olvidaste (de nuevo) pagar la cuenta de la luz, así que las velas pueden ser un excelente pretexto para una acogedora cena.