Análisis de rutina descubre rastros de herpes y cocaína en ejemplar de Fifty Shades of Grey
Por: Luis Alberto Hara - 11/18/2013
Por: Luis Alberto Hara - 11/18/2013
La lectura, en el mejor de los casos, puede comportarse como un virus: puede contagiarse, ir de persona en persona, “infectar” al lector, incluso modificar su conducta habitual y suscitar algunos “síntomas” que lo delatan como portador del agente de la enfermedad.
Esto, sin embargo, es sentido figurado, una metáfora para explicar por qué algunos libros de pronto se esparcen entre una comunidad de lectores amplia, a veces incluso mundial.
Sólo que a veces la realidad imita a la ficción y el sentido figurado se vuelve literal, como en este caso en el que se descubrieron rastros de herpes en un ejemplar de Fifty Shades of Grey, la novela de sadomasoquismo que tuvo un altísimo número de ventas desde mediados de este año.
El tomo infectado pertenece a una biblioteca pública de Antwerp, Bélgica, en donde se practican exámenes de rutina a los 10 títulos más solicitados. El análisis fue positivo para herpes en el susodicho libro, inofensivo, por otra parte, pues dadas las condiciones en que se encontraba, el contagio era imposible para cualquier lector. Asimismo, en el mismo examen se descubrieron rastros de cocaína en todos los libros.
En cuanto a la historia de cómo el virus llegó a las páginas del ejemplar, esta podría ser una tarea para E. L. James, la autora de la novela, y quién sabe, quizá ahí encuentre la anécdota para su próximo bestseller.