Investigadores de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) han descubierto alineaciones astronómicos en el sur de Perú, en lo que creen que puede ser parte de un complejo más amplio. Dos lineas de piedras forman un marco perfecto para una pirámide y el sol del solsticio de invierno. Los arqueólogos creen que hace cientos de años, las líneas debieron formar un marco para enmarcar la pirámide en la luz solar.
Las líneas de piedras (cuyo nombre apropiado es geoglifo) se localizan 2 km. al sureste de la pirámide y miden unos 500 metros. Los investigadores descubrieron la posición relativa de los geoglifos con respecto a la pirámide al bajar de una zona más alta.
"Cuando vimos los modelos en 3D, estas líneas [de piedra] parecen converger en un punto más allá del horizonte y enmarcar no sólo el sitio de Cerro del Gentil [donde se localiza la pirámide], sino también el sol poniente durante el tiempo del solsticio de invierno", afirma el reporte.
La pirámide de Cerro de Gentil (en la imagen) es de adobe y tiene 5 metros de alto; fue construida en algún momento entre el 600 a.C. y el 50 d.C. La zona volvió a ser ocupada entre el 200 y el 400 de nuestra era. El equipo cree que la pirámide, junto a los geoglifos lineales, formarían parte de un complejo arquitectónico más amplio de significación cosmológica, "el cual ritualiza todo el paisaje de la pampa."
Hasta ahora se han descubierto unas 50 lineas de piedras en la zona plana cercana a la pirámide, donde la más larga corre por 1.5 km. A diferencia de las
famosas líneas de Nazca, estas líneas fueron trazadas con piedras en vez de excavar en la tierra. Los investigadores también han descubierto montículos de piedra (más de 200 hasta ahora) intercalados en el trayecto de las líneas de piedra. Estos montículos en otras culturas se asocian a ritos funerarios, pero no en el caso de Cerro del Gentil, donde hasta el momento no se han encontrado osamentas humanas.
Las exploraciones futuras se encuentran con un problema práctico: el gobierno peruano construye actualmente gasoductos en la zona (protegida por el Ministerio de Cultura, al menos de manera oficial), por lo que parte de las líneas de piedra ha sido destruida. El equipo de UCLA volverá el próximo verano para tratar de descubrir qué secretos podrían esconder estas misteriosas líneas que han sobrevivido por más de un milenio, pero que podrían ser destruidas en cuestión de días por las excavadoras.
