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Constancia facial del fantaseo diurno: emotiva serie fotográfica de personas soñando despiertas (FOTOS)

Por: Jimena O. - 04/01/2013

Distracción quiere decir: atracción por el reverso de este mundo

Octavio Paz, El arco y la lira

En inglés existe un verbo, “daydream”, que no tiene un equivalente exacto en español. Al menos no si quisiera conservarse esa unidad en la que se funden dos palabras para significar una cosa: el acto de “soñar despierto”, el fantaseo diurno que en un momento de distracción nos lleva por gracia de la imaginación a una realidad distinta a esa en la que nos encontramos.

Y si bien, como en todo sueño, la pesadilla es una posibilidad siempre latente, lo cierto es que el “daydream” se caracteriza con más frecuencia por la ensoñación placentera, el montaje o el recuerdo de escenarios complacientes y gozosos y de situaciones que mucho tienen de felicidad y de alegría.

Tomando esta acción simple y al mismo tiempo sumamente compleja, cotidiana pero con cierto elemento milagroso, la fotógrafa Alexandra Sandu puso en marcha el proyecto Daydreamers, una serie de retratos que fija en una imagen la evidencia gestual de los sueños soñados en consciencia plena.

La instrucción de Sandu a sus modelos es sencilla: solo cierra los ojos y piensa en algo bonito. Liberada así la imaginación, el resto es obra de la fotógrafa, la encargada de fijar ese instante en que por la sonrisa dibujada, por la expresión de los ojos que no vemos, por la serenidad del rostro, sabemos que esa mente ha dejado este mundo para adentrarse en uno mejor ―del que acaso, como si se tratase de alguno de esos ríos de mitologías remotas, salga purificada y renovada.

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Imágenes vía PetaPixel