La capacidad intelectual de Pepper, un perico o loro gris africano, y su entrañable relación con su familia humana ha permitido que esta ave parlanchina sea también la primera en tener un vehículo robótico, seguramente la envidia de otros pericos domésticos. Y es que Pepper tiene sus alas replegadas con clips, ya que es un problema que ande volando por la casa destruyendo cosas; pero tampoco gusta de quedarse en una jaula, especialmente cuando su dueño, el ingeniero electrónico Andrew Gray deja su habitación.
Según Gray en realidad fue Pepper el que lo "entrenó" a construir varios aparatos robóticos para su beneficio. Parrot no quería quedarse solo y necesitaba entretenimiento, por lo que primero Gray le diseñó una juguete que activaba una pistola de agua cuando gritaba. Esto funcionó un rato, pero el verdadero deseo de Pepper era poder salir a buscarlos a otros lugares de la casa, por lo que Gray diseñó el "bird buggy", un auto motorizado para aves, el cual Pepper controla felizmente con un joystick.