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Singapur es uno de los países con mayor solidez: su economía casi se ha duplicado en 10 años. Sin embargo, sus habitantes no están disfrutando de la prosperidad de su país. Sus habitantes no reportan sentimientos negativos, como enojo o dolor físico, pero tampoco positivos, casi no ríen.

Singapur es uno de los países con mayor solidez en sus finanzas, en electrónicos, en farmacéutica y otras industrias. Su economía casi se ha duplicado en 10 años, lo que convierte a esta nación de 5.3 millones de personas en una de las más adineradas.

Sin embargo, sus habitantes no están disfrutando de la prosperidad de su país. De acuerdo con una encuesta de Gallup, Singapur es el país menos emocional (de entre los 140 países que se estudiaron). Sus habitantes no reportan sentimientos negativos, como enojo o dolor físico, pero tampoco positivos, casi no ríen.

Algunas de las preguntas de Gallup eran: ¿Ayer te sentiste descansado?, ¿fuiste tratado con respeto durante el día de ayer?, ¿sonreíste mucho ayer?, ¿experimentaste algunos de estos sentimientos a los largo del día de ayer: felicidad, dolor físico, preocupación, estrés? Los habitantes de Singapur resultaron los menos emocionales, después de Georgia, Lituania y Rusia.

 

Otra pregunta pedía evaluar tu vida en una escala del 1 al 10. Los más satisfechos fueron los daneses, mientras que los menos fueron los habitantes de Togo y África del Oeste. Una pregunta más se refería a si tu vida había mejorado o empeorado en los últimos 5 años. Los más tristes fueron los griegos, después de la crisis.

 

 

El punto positivo es que los singapurenses son conscientes del problema. Todo comienza desde la escuela, donde se enseña a los niños a verse o pensarse como individuos, a no ser diferentes. “Así no tienes ventana para expresarte a ti mismo”, dice Li Bona, una Asistente de Gerencia en el Aeropuerto Internacional de Changi.

Mantenerse emocionalmente neutral puede ser una forma de sobrellevar el estrés de la vida urbana. Sobre todo en un país donde el 82% de la población vive en casas construidas por el gobierno. “Se nos enseña a seguir adelante y a no hacer un alboroto”, dice Leong Chan-Hoong un investigador en el Institute of Policy Studies.

Los líderes de Singapur quieren promover una sociedad más relajada. Y se lo están tomando muy en serio: la organización gubernamental Singapore Kindness Movement busca que los habitantes sean más ambles los unos con los otros. Hasta para soltarse necesitan organización.

[BloombergBusinessweek]