Los órganos sexuales son una de las pocas partes del cuerpo animal que varían notablemente su apariencia de individuo en individuo, particularmente entre los machos de cada especie. Sea por sus magnitudes (largo, ancho, grosor), por su forma, su coloración o algunos otros rasgos exteriores, el pene puede tomar curiosas formas que, sin embargo, al final parecen no importar tanto porque se advierte que todas ellas son variaciones en torno a una misma estructura.
Pero este no es el caso del que sin duda se lleva el honroso título de ser el pene más raro del mundo. Una rarísima especie de erizo, la equidna, endémica de Oceanía, particularmente de Tasmania, Nueva Zelanda y Australia, los únicos lugares del mundo donde se encuentra. Y antes de entrar en materia vale la pena resaltar que este mamífero es, junto con el ornitorrinco, el único que pone huevos para reproducirse.
El macho de la equidna posee un apéndice sexual bastante sui generis. Como se ve en la imagen, el usual cuerpo cilíndrico de todo pene mamífero queda coronado en su caso por una ramificación de salidas que recuerdan vagamente a las ventosas que los pulpos tienen en sus brazos. Según algunos zoólogos, esta división podría explicarse porque la hembra posee dos canales distintos de fecundación, a los cuales el macho debió evolucionar adaptándose y preparando su pene para eyacular simultáneamente en dos vías distintas, aumentando así las probabilidades de fertilización. Por otro lado, la versatilidad de este pene para producir placer de formas inusitadas, aunque no ha sido explorada, podría abrir una nueva dimensión de estimulación en diversos frentes.