Sobre el alma femenina de la naturaleza y las sensuales Cataratas Rubí
Por: Javier Barros Del Villar - 05/24/2012
Por: Javier Barros Del Villar - 05/24/2012
Según múltiples tradiciones ancestrales e incluso algunas teorías contemporáneas, por ejemplo ‘Gaia’ de James Lovelock, la Tierra mantiene en sus entrañas un espíritu esencialmente femenino –a partir del cual seguramente emergió hace miles de años el arquetipo de la madre.
Siendo la naturaleza el lenguaje primigenio de nuestro planeta, estamos rodeados de expresiones envueltas en sublime delicadeza que la razón (pulso masculino) jamás podrá abarcar. En cambio parece que al dialogar con ellas desde un plano intuitivo (pulso femenino) accedemos a una sintonía, una especie de extasiante trance orgánico, que podría conducirnos al centro de la sabiduría más pura, sophia –recordemos que el origen de prácticamente todo camino místico reside en la observación de la natura.
Ya sea en la húmeda perfección que delinea los pasadizos subterráneos en las alegorías policromáticas de las flores, o en los sutiles diseños que se trazan deliciosamente sobre la arena del desierto, invariablemente encontramos este espíritu femenino que nos remite a una sensación de calidez uteril.
Y entre los cientos de ejemplos que podríamos citar como dignos representantes del alma femenina de la naturaleza, existe un lugar en Tennessee, Estados Unidos, cuya belleza se desdobla en un sensual templo dedicado al culto de la "Diosa": las Cataratas Rubí (Ruby Falls).
Esta caída de agua subterránea, que mide aproximadamente cincuenta metros de altura, forma una especie de bóveda "envulvada" que nos remite a esa flexible geometría que impregna el cuerpo de la mujer. Dotada de una luz tenue, casi angelical, los rayos exteriores penetran la tierra siempre mojada mientras una hebra de agua conecta el interior con el exterior (que por cierto, si seguimos la máxima premisa hermética, este binomio deriva invariablemente en la unidad).
Las Cataratas Rubí fueron descubiertas en 1928, dos años después comenzaron a ser explotadas como destino turístico por, tendencia que se ha mantenido hasta ahora –lo cual no deja de ser lamentable y a la vez le permite cumplir una función de sensibilización masiva ante la naturaleza, entre los cientos de miles de personas que han tenido la fortuna de visitar este lugar.
Twitter del autor: @paradoxeparadis / Lucio Montlune