La libertad es una virtud que no se presta, se compra, o se regala, simplemente se ejerce. Y esta es una de las muchas lecciones que en lo personal me ha convidado el Future Sound of London, proyecto musical integrado por un par de verdaderos mavericks de la exploración sonora y el misticismo multimedia.
Hace unos días FSOL estrenó el cuarto volumen de su serie Enviornments. Promotor de una alta fidelidad a la libertad creativa, este álbum propaga una especie de red de ejes sensoriales que despiertan en el escucha un indeleble deseo por explorar –actividad que en esencia esta ligada la naturaleza libre del ser.
A lo largo de sus quince tracks, Environments 4 nos ofrece lúcidos recovecos en sintonía con voces angelicales. Juntos entretejen atmósferas probablemente diseñadas para resonar con los axiomas arquetípicos que se manifiestan en lo más profundo de nuestra intimidad –¿están a caso Gaz Cobain y Brian Dougans musicalizando voluntariamente nuestro jardín secreto?
Si bien esta obra, al igual que sus tres antecesores, no se proyecta en un disco espectacular, lo cierto es que para todo aquel que gusta de interactuar con piezas procedentes del más fino linaje de la electrónica, así como para todo amante de FSOL, Environments 4 no deja de ser un álbum cuasi-obligatorio para surfear con gusto los estrenos de este 2012.
Es importante destacar que al igual que From the Archives, Environments es una serie que toma vida a partir de selectos tracks inéditos que el dúo británico ha ido acumulando a lo largo de su prolífica carrera –por cierto, el año entrante cumplen un cuarto de siglo musicalizando sesiones psiconaúticas de miles de personas alrededor del mundo. Pero también vale la pena aclarar que indudablemente este material ha sido catalizado por los estados de conciencia que atraviesan en la actualidad sus autores, los cuales emanan una inspiradora gracia.
Rara vez promuevo la compra de música por Internet, sobretodo si recordamos que un mp3 contiene entre el 5 y el 10 por ciento de la información original que incluye una pieza de estudio. Sin embargo, en este caso no me queda más que invitarlos a que si tienen algo de presupuesto destinado a la compra de música durante este año no duden en adquirir este disco directamente en la tienda de FSOL (y así evitamos intermediarios).
Pero más allá del conducto que decidan para hacerse de este gran álbum, lo cierto es que su post-dark ambient –ese que llega después del desfile de las sombras, bañado en luminosa y etérea pulcritud–, será un memorable ingrediente de tus días, y tus noches, por venir. No olvidemos que a fin de cuentas el Future Sound Of London podría ser el encargado de musicalizar esa edénica celebración evolutiva, ese carnaval de ecos conscientes, al que estoy seguro que muchos de nosotros aspiramos a ser invitados.