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Psíquicos participan en investigaciones policiacas y ayudan a resolver crímenes indescifrables

Por: Luis Alberto Hara - 02/14/2012

Numerosos casos criminales en Portland han sido resueltos gracias a la ayuda que los psíquicos han prestado a la policía, conduciendo a los detectives a pistas que nadie más conocía; ¿casualidad que la probabilidad explica o verdadero talento paranormal?

Como contradiciendo el estilo de esas nuevas series televisivas que hacen de la investigación criminalística un asunto científica y tecnológicamente preciso o, antes, esa voluntad sherlockholmesiana de medir todo con absoluto rigor y método, psíquicos han tomado parte en investigaciones policiacas recientes, particularmente en la ciudad de Portland, donde desapariciones de personas han sido resueltas gracias a la ayuda de quienes tienen dicha ocupación.

Está el caso, por ejemplo, del cuerpo de un joven encontrado en South Berwick y cuyo retrato generado por computadora fue difundido por televisión durante varios días. Al ver la imagen, Caroline Probert, psíquica y medium, dijo sentir de inmediato la intuición de que el nombre del muchacho sería uno parecido a Cameron: “Era un Cam, Cam, Cam”, recordó Probet. Con esta corazonada, la mujer se comunicó con la policía, agregando además una descripción de lo que según ella había provocado la muerte del susodicho: “[…] lo vi. Y todo lo que podía escuchar era ‘No puedo respirar’, y seguía viéndolo”. Al final el occiso fue identificado como Camden Hughes y su madre responsable del homicidio por sofocación.

Igualmente puede citarse el caso de una muchacha de 15 años desaparecida en 2006 y cuyo hallazgo se debió a algunas llamadas de personas que dijeron ser psíquicas, quienes aportaron información que al final resultó cierta: la joven se suicidó arrojándose a un río. El jefe de la policía local se asombra de que un par de estos psíquicos acertaran con semejante grado de precisión.

Finalmente unas palabras sobre el asesinato de Amy St. Laurant investigado por el detective Joe Loughlin. Este pidió ayuda a Vicki Monroe, psíquica, quien le dijo el nombre del principal sospechoso sin ninguna relación aparente en el momento, además de dar detalles asombrosamente exactos sobre el lugar y las condiciones en que posteriormente sería hallado el cadáver de Amy. Loughlin, por supuesto, no puede explicar esta coincidencia, pero está inclinado a creer en ella sin ningún tipo de suspicacia.

Y quién sabe, quizá esa sea la mejor posición que pueda tomarse al respecto.

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