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Monos aprenden a meditar y controlar sus ondas cerebrales si se les da malvaviscos

Por: Luis Alberto Hara - 10/03/2011

Monos tití logran controlar su cerebro y vencer el efecto placebo, meditando siempre y cuando se les recompense con malvaviscos.

Pronto podremos tener monos logrando la conciencia cósmica —o al menos entrando en profundos estados de relajación a voluntad.

En el Centro de Investigación Biomédica de Primates en Holanda se realiza un experimento de neurorretroalimentación con un grupo de primates tití.  La neurorretroalimentación funciona al enseñar a alguien sus ondas cerebrales en un monitor y mostrarles cómo ciertos pensamientos y técnicas las afectan, para llegar al punto de que puedan manipularlas voluntariamente. 

Sorprendentemente los monos que observan los monitores también logran aprender a meditar y manipular sus ondas cerebrales, pero solo si se les dan malvaviscos a cambio.

El estudio, además de investigar las capacidades mentales de los monos, tiene una interesante aplicación: mostrar si los efectos de la meditación son independientes del placebo. Las personas que tienen síndrome de déficit de atención o están deprimidas saben que la meditación supuestamente debe hacer que se sientan mejor. Pero los monos con algún tipo de enfermedad no saben que la meditación puede provocar esta mejora, por lo cual, si los científicos logran analizar los efectos de los monos que meditan, podrán quizá entender de manera precisa, más allá del placebo, cómo actúa la meditación en el cerebro.

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