Asesinan a 14 chamanes en Perú; se sospecha de políticos cristianos
Por: Luis Alberto Hara - 10/14/2011
Por: Luis Alberto Hara - 10/14/2011
Catorce chamanes han sido asesinados brutalmente en Perú en los últimos 20 meses, en lo que constituye una grave afrenta a la cultura índigena. Siete cuerpos han sido encontrados con cruentas heridas de bala, machete, cuchillo; otros siete curanderos, de la etnia de los Shawi, han desaparecido y las autoridades creen que han sufrido la misma suerte.
Un consejero del gobierno peruano dice que algunos de los cuerpos de las víctimas fueron arrojados al río para ser devorados por pirañas. Autoridades creen que los asesinatos podrían haber sido ordenados por el alcalde de Balsapuerto, un cristiano evangélico, después de que escuchó que los chamanes pensaban formar una asociación para compartir sus conocimientos. El hermano del alcalde es un conocido "matabrujos", de quien se sospecha cometió los asesinatos; se sabe que esta retrógrada secta cristiana piensa, como los evangelistas españoles de hace 500 años, que los chamanes están poseídos por el diablo.
La muerte de los chamanes es un pérdida irrecuperable no solo para sus comunidades sino para la ecología planetaria más profunda. El director de la organización civil Amazon Watch en Perú le dijo al diario Guardian: "La muerte de estos chamanes representa no solo una trágica pérdida de vidas, sino la pérdida de un enorme cuerpo de conocimientos de las plantas de la selva y del crucial papel que tienen en la medicina tradicional y en la guía espiritual de las comunidades indígenas".
Condenamos este terrible crimen que atenta de manera salvaje contra lo más puro de nuestra cultura planetaria, más allá de hippies romanticismos, la realidad es que los chamanes de distintas culturas indígenas, aunque amenazados por una cultura intolerante, son los depositarios de una milenaria sabiduría, vital para la conservación del equilibrio sagrado entre la Tierra y sus habitantes —células de un metaorganismo. Quizá la prueba actual más clara de su importancia es que grupos cristianos fundamentalistas se sienten agredidos por la posibilidad de que los chamanes se organicen, algo que al parecer amenaza la frágil realidad dogmática en la que se mueven.