Bañarse en la luz del Sol puede ser una de las actividades más placenteras, literalmente un trance. Pero según investigadores este sublime placer puede generar adicción.
Cuando los rayos ultravioletas hacen contacto con la piel esto produce endorfinas, lo que provee una sensación de bienestar que puede hacernos fotodependientes, según señala David Fisher, del Hospital General de Massachusetts.
Las conclusiones de Fisher, sin embargo, se basan en estudios de camas solares y suponen que los rayos ultravioletas de estos aparatos son iguales a los del Sol.
En un estudio, usuarios de camas solares tomaron un fármaco normalmente usado por adictos para manejar los síndromes de abstinencia; a pesar de estar sanos, los participantes mostraron señales de abstinencia después de tomar el fármaco como si fueran consumidores de algún opiáceo.
El fármaco que se les dio bloquea los receptores opiáceos —o endorfinas en este caso—, lo que resultó en un sentimiento de hiperactividad y abstinencia.
En otro estudio se colocaron dos camas solares distintas —una con luz UV y otra con luz placebo— sin que los voluntarios supieran en cuál se encontraban. El resultado fue que más personas pidieron después la cama con luz UV.
Los rayos ultravioletas generan la producción de vitamina D en el cuerpo humano. Aunque generalmente se considera que la exposición a los rayos ultravioletas es muy riesgosa, de ahí que una "adicción" a la luz solar implique el peligro del cáncer, la vitamina D que generan estos rayos es, paradójicamente, también un factor que disminuye el riesgo de cáncer.
Nature News reporta que siete organizaciones de salud sin fines de lucro en el Reino Unido han emitido un comunicado en el que señalan que la exposición a los rayos del sol sin protección es buena para la salud, ya que ayuda a producir vitamina D, una sustancia importante, entre otras cosas, para evitar el cáncer. Sin embargo estas organizaciones advierten que la exposición a la luz del sol debe de ser moderada, teniendo en cuenta el tipo de piel de cada persona. Por otra parte, un segundo estudio reitera dicho beneficio de la vitamina D y agrega su utilidad en la prevención de otras enfermedades como la gripe, diabetes o problemas en los huesos y en el riñón.
Otras personas consideran que es posible que la luz del sol y sus partículas de energía tengan otro tipo de efectos provechosos para la salud, como el yogui Hiran Ratan Manek, practicante del sungazing que ha sido estudiado por diferentes científicos porque dice alimentarse solo del sol —viviendo sin comer nada, solo tomando agua y fotones.