Lamentablemente ya no es noticia el hecho de que un cura esté sexualmente ligado a menores de edad. En nuestros tiempos ya no es novedad ni la homosexualidad ni la pedofilia entre los ministros católicos. Sin embargo, el hecho de que el acusado sea un sacerdote cercano al Papa y, más aún, que a cambio de recibir favores sexuales por parte de niños les retribuya con cocaína, sigue siendo, por fortuna, de publicación urgente.
Investigadores examinaron conversaciones telefónicas entre el padre Riccardo Seppia y un traficante de drogas de origen marroquí, en las cuales se halló evidencia de encuentros sexuales concertados por el traficante para el “hombre de la iglesia” con niños menores, algunos de los cuales eran premiados con cocaína luego de sostener relaciones con Seppia. “No quiero chicos de 16 años, los quiero más jóvenes, los de 14 años están bien. Busca a niños necesitados que tengan problemas familiares”, son algunos de los requisitos planteados en esas patológicas conversaciones sostenidas entre ambos.
Seppia es un cura de la arquidiócesis de uno de los principales consejeros del Papa Benedicto XVI en materia de “reformas para responder a escándalos de párrocos pedófilos” (como una muestra más del cinismo implícito en la moral católica de nuestros días). Mientras tanto los investigadores han confiscado tres computadoras a las que Seppia tenía acceso ya que al parecer también utilizaba foros en línea para atraer a sus víctimas.
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