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Esta serie de la fotógrafa Kim Haughton es una cartografía de escuelas, iglesias, tiendas locales, albercas y hogares que a primera vista parecen sitios completamente ordinarios, pero que son escenas de crimen

Parecido quizás a lo que hizo la fotógrafa Lydia Billings con su valiente serie Trigger Warning, que retrató a víctimas de abuso sexual y algunos sitios donde esto ocurrió, la fotógrafa Kim Haughton retrata el abuso sexual infantil de manera localizada. Su serie In Plain Sight penetra, con una incómoda quietud, en las historias de decenas de niños que han sido violados en Irlanda.

Un estudio de 2009 sobre el abuso infantil en Irlanda dio cifras tan altas que se habló de un “abuso sexual endémico” en las escuelas católicas del país y de la actitud “deferencial y sumisa” de las autoridades frente las órdenes religiosas. Es decir, quedó clara la manera en que el Estado ignora las declaraciones de abuso sexual cuando ocurre dentro de los muros de la Iglesia.

Haughton se enfocó precisamente en el hecho de que el abuso ocurre a plena vista y está tejido en la tela de la vida cotidiana. Su serie es una cartografía de escuelas, iglesias, tiendas locales, albercas y hogares que a primera vista parecen sitios completamente ordinarios, pero que son escenas de crimen.

Para hallar estos sitios, la fotógrafa habló con víctimas de abuso que estuvieron dispuestas a compartir su historia y encontró cómo y cuando ocurrieron los crímenes: “Encontrar personas fue un reto pero nunca tan difícil como escuchar sus experiencias”, señaló. “Resistieron tanto. Es difícil irte después de que alguien ha compartido experiencias profundas de vida contigo”.

“La obra, espero, nos reta a confrontar estos crímenes en el contexto en que sucedieron: la vida cotidiana”.