*

Una exploración narrativa del flujo onírico y la asociación libre de recordar la luz fugitiva de los sueños que dibuja hologramas en el aire
Puedo ver un holograma en un moco, el moco se resbala de mi chamarra, en el amague de una lengua de rana, y la luz del ventanal justo le da en la nariz con precisión de Tell, me dice la luz en la encrucijada del reflejo, el moco tiene alma, álgebra, habla -de un túnel en el universo que lo conecta con tu cerebro, agujero verde, plasma… en algun planeta te darían las llaves de la ciudad, la princesa y el panal, por su consistencia, para analizar ésa metáfora en un seminario de semen cósmico. El holograma une al mundo, puente entre las galaxias y las razas. De la misma manera el hilo del moco une mi cara con el piso. Y en ese pantano nace la vida; juega un araña, ipsy ipsy spider; se columpia un elefante; el ejército avanza en ese bosque (Cobweb) y se acerca a la muralla de Macbeth. Yo te regalo este moco, lady Macbeth, será tu espejo y será tu ventana, me podrás ver siempre y te verás a ti misma. Jugando a ser God-zillas.
* En mi sueño un ene-mi-go oscila entre la cancha de arcilla y el rojo adánico es algo que me recuerda a Ziguatanejo y alacranes, a la luna de Thamar, al incesto y a los lentos ventiladores casi en cámara lenta, como en las películas, cuando algo importante está por pasar, el piso rojo y los dedos rojos inflamados, por supuesto el sexo, pero tambien un pueblo secreto de machetes y miradas, arboles de desidia con follajes tropicales; la persiana por la que ves el resplandor del agua y los pechos en su naturaleza de obsidiana encendida. El enemigo la espía mientras ella se regodea en la piscina. Avanzamos al mismo ritmo, respirando íxtapas volátiles, mangos verdesangre, cielos de pescado, lenguas veloces. Y ella desnuda y embriagada como la hermana de Quetzal y las afortunadas gotas cloradas que descienden por su pirámide, en otra cámara lenta. Alguno de nosotros llegará en el momento preciso, cuando debido al calor y al contacto de su cuerpo con el agua y los mosaicos de la piscina, ella esté lista para la fusión genital. Las libelulas rezumban vertiginosas vorágines en torno al vórtice de las persianas. Creo que él llegará primero, ya que yo estoy a punto de despertar. ************************************ En el gran concurso con la medusa en la pecera haciéndome caras de asco o besos, -para distrearme- y las luces del estudio de 10 mill watts, esas horribles luces de la televisión, hechas para erradicar la curvatura del tiempo y el espacio, yo tenía que descifrar que es lo que había dicho el payaso hermético detrás del espejo… El conductor sonreía y sudaba, me aventaba el micrófono y mientras iba en el aire, en cámara lenta para el deleite del público, dejaban caer una jarra de kamikaze -jajaja desencajado laser- la risa electrónica del público desbordándose, hecha de claxons y guacamayas, los numeros alpha en la pantalla 7,6,5… la respuesta venía a mi mente “abra cadabra el gato fénix tiene alas de bigote y Pepsi en la camisa …" prorrumpían los colibríes y las serpentinas, las edecanes me cargaban hacia el columpio en la boca de la serpiente ouroboros para la ronda final llamada "Apocalipsis", ahí se me introducía al río de pirañas que nadaban a contraflujo de un exquisito cardumen de salmones rosa aurora boreal de Escandinavia, una edecan sueca sumergía su mano y rescataba una piña salmonífera, corría la cortinilla de Salmón Sigur Ros, la tonadilla feliz, el submarino y el coro *que rico que rico yummi yummi* el salmón de la cima del mundo, el conductor en cínico gag caminaba sobre el agua: “Señores y señoras nuestro participante ha cruzado los siete continentes y las tres humanidades para llegar a la prueba definitiva, donde se juega el todo por el todo, un viaje todo pagado al Centro de la Tierra (cortesía de Viajes Agartha) con hospedaje en el mejor Hotel de Playa Lemuria y barra libre en el exclusivo Bar de Cuarzo, así como una entrada a la Cámara del Flamingo de Oro donde se le adiestrará en la danza secreta de los mil velos para seducir a la virgen dormida con la posibilidad, aunque remota, de despertar..." ************ Un día me desperte y colgue en mi cuarto todos los cds vírgenes que se habían quemado mal, ya que antes tenía una computadora que abortaba constantemente, por lo cual contaba con una montañita de buen tamaño. Los colgue con un hilo de nylon simulando naves espaciales que reflejaban la luz iridiscentes y les hice algunos cortes aerodinámicos. Espejos de viento laser. Poco tiempo después se me ocurrio vendérselos a Fantasías Miguelito, en ese tienda compran todo tipo de cachivaches y los venden a las señoras de los Lomas a precios exorbitantes. La figura de yeso de tamaño real de Michael Jordan valía 11 mil pesos y eso que tenía el número de Scottie Pippen en el dorso y un rostro informe, aunque claro que la inconfundible pelona y el jersey de los Bulls lo identificaban. A veces lo subían a la zotea de noche para hacer creer a un hipotético ladron que Fantasias Miguelito contaba con un centinela de dos metros en el techo. Se me ocurrió llegar con mi obra y vendérselas al precio más caro que viniera a mi mente, algo súbito y estratosférico. Llegue y tuve que esperar dos horas a que viniera la Señora Miguelito, salí un rato a tomar el sol en un árbol de jacarandas y compré tres miguelitos de agua en un kiosko. Cuando llegó la señora, muy amable, vestida con un conjunto estilo secretaria de una firma de lujo como Faberge, le dije "es una obra vanguardista que refleja las tendencias más innovadoras de la escena neoyorkina, se la compre a Vincent Gallo, una suerte de divinidad en la ciudad de los rascacielos, me la quisiera quedar pero lo cierto que necesito urgentemente el dinero… se la dejó en 30 mil pesos". La Señora dudó por un momento, al parecer no sabía quien era Vincent Gallo y como más tarde supe, yo tenía los colmillos rojos llenos de miguelito. Le dije "acaso no vio usted Bufalo 66, es la película donde el protagonista alucina con un cerebro resplandeciente el cual fulmina en un ataque de cólera. Esto se le hizo todavía más raro. Pero por suerte justo en ese momento, gracias al hado de las nubes la luz del sol penetró la tienda e iluminó los discos llenado el espacio de arco irises. Algunos clientes se detuvieron a observar el espectáculo. La Señora notó esto y me dijo "te doy 25 mil". Le dije "que sean 27, es mi número de la suerte". Ella aceptó. Horas después cobré el cheque y me dirijí a la playa a buscar a mis amigos con una bolsa llena de polvo de triptamina. Me apretaba la garganta en el nudo goridano de la plasta, el fantasma Gargantua, en el sueño, no me dajaba hablar. Predadaista, yo le queria escupir a su silueta, una cerbatana del inframundo, darle en el talón de Aquiles –decirle agua a mi mama- borbotear, aniquilarlo con la voz. Tampoco me podía mover, subido su plasma en mi pecho, paralítico por un momento, ¿alguien tiene un poco de viento solar para soltarme de este alien?... ************ Me di cuenta que detrás del closet y debajo del baúl, adentro del árbol había un pedazo de memoria flotando -usb inmaterial- no se ve pero brilla en la oscuridad, como si el gato tomara el telescopio al revés o la luciérnaga cruzara su espejo de Nárciso y ahí estaba esta frase: el gato cruza el espejo de la luciérnaga para recordar que el telescopio está adentro como la glándula que no usas -pineal, portal astral- y el gato toma vino de luciérnagas de las venas para ver lo que olvidó en el cándil del estacionamiento cuando su última vida fue el parpadeo cuántico de un auto a toda velocidad enceguecido por la luz de una pupila.