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Estudio científico muestra que cuando las noticias son reportadas por mujeres atractivas los hombres se distraen y tienen una menor retención informativa

La estrategia de usar conductoras sexies para captar audiencias en noticieros es usada frecuentemente en la televisión en buena parte del mundo, pero aunque esta táctica puede incrementar el rating de público masculino, en lo que se refiere a transmitir efectivamente un mensaje deja mucho que desear. Aunque tal vez a las compañías de TV, como Fox News que cuenta con un pequeño ejército de sexy rubias que dan las noticias,  lo que menos les importa es la capacidad analítica de su público. Al contrario, una audiencia testosterónica pasivamente hipnotizada es perfectamente deseable para estas compañías de medios.

Un estudio de la Universidad de Indiana mostró que telespectadores masculinos retienen menos información en la medida en que aumenta la atracción sexual de la emisora del mensaje informativo.  En el estudio se grabaron distintos noticieros con una misma conductora de 24 años de edad, variando en la ropa que usó y en la forma en que esta conductora fue presentada. Después de ver el noticiero se les preguntó a los hombres sobre el contenido del mismo. La información emitida en la versión en la que la conductora usó un conjunto apretado, que acentúo la relación entre su cadera y su cintura, lápiz labial y joyería fue mucho menos recordada.

Los investigadores sugieren que los resultados tienen que ver con la preponderancia de lo visual sobre lo verbal en la atracción masculina y con la noción de que una imagen sexualmente cargada puede inundar el cerebro masculino, estimulando su procesamiento visual a tal nivel que  utiliza casi toda la capacidad cognitiva del cerebro.

Más allá de las noticias la estrategia  -o manipulación- publicitaria de usar lindas mujeres para captar la atención  y de esta forma distraer sobre el verdadero mensaje al público puede extenderse a casi todas las ramas de la comunicación moderna. Es posible que al estimular visualmente al hombre el mensaje, aunque no sea recordado con precisión, sí es asociado inconscientemente con el deseo o la sensación de placer, por lo cual esto es doblemente efectivo como marketing. El producto puede ser una basura, pero mientras estimule los receptores de placer, inconscientemente los espectadores, que están demasiado distraídos para reflexionar sobre la calidad o el contenido de lo que ven, asociarán el programa o producto con esta urgencia sexual y con una descarga de placer.