La colosal naturaleza aprehensiva de los agujeros negros hace de estas regiones en el universo inviolables prisiones de donde nada puede escapar, ni siquiera las ondas de luz. A su alrededor, como señal de que sus dominios comienzan, se ubica una superficie conocida como evento horizontal que delimita el “punto de no regreso” a partir del cual la atracción que ejercen estos agujeros sobre cualquier otro cuerpo es ya ineludible.
Pero además de esta esencia hipermagnética, los agujeros negros constantemente se desdoblan en fuerzas estéticas que ejercen una influencia significativa sobre diversos escenarios galácticos, y que terminan por construir fascinantes figuras.
Micro cuasár considerado un agujero negro a pequeña escala.
Dos agujeros negros enfrentados en dinámicas espirales.
El efecto de un agujero negro sobre la galaxia Centauro A.
Una gigantesca serie de partículas multicromáticas que fueron expulsadas por un agujero negro.
La galaxia M82 vigilada por dos agujeros negros.
Electrones expulsados por un agujero negro en la galaxia M87.
La primera imagen capturada del nacimiento de un agujero negro.