Aunque no lo crean, aunque no lo acepten los chuchos, los camachos y el mismísimo Angel Heladio Aguirre, candidato a la gubernatura del estado de Guerrero, por la coalición “Guerrero nos Une”, el voto de los guerrerenses, que seguramente les dará el triunfo el próximo domingo, será de muchísimos miembros del PRD que participan en el Movimiento de Regeneración Nacional que encabeza Andrés Manuel López Obrador, y también por simpatizantes de AMLO, que no militan en ningún partido, y menos en el minoritario PAN, que se sumó, inútilmente, al cuarto para las doce, ya que en las boletas aparecerá el nombre del candidato del PAN, Marcos Parra, y que, conforme a la ley electoral del estado de Guerrero, esos votos se computarán a favor de él. Su declinación, no le aportará a Ángel Aguirre más de un miserable 1 por ciento de la votación total.
El voto de este sector de la población por Ángel Aguirre, no será gratuito, es porque sabe lo que ha costado, mucha sangre, para los guerrerenses, después de 50 años de lucha, tener un gobierno, aunque sea teóricamente, de izquierda, progresista y popular.
Los ciudadanos de Guerrero saben, porque lo han padecido, que el triunfo del Partido Revolucionario Institucional, representa el regreso de la corrupción, la represión, los negocios para los cuates y el mismo abandono de siempre de las clases populares y los cochupos con los narcos.
Los guerrerenses ya vivieron la larga y sangrienta noche de los Caballero Aburto, de los Rubén Figueroa, de los Ruíz Massieu, ya saben que sólo luchando pueden salir de la miseria y opresión y a pesar del oportunismo, de la ambición por el poder de la trancísima trinidad chucho-camachista-angelista, los miembros de MORENA y seguidores de Andrés Manuel, con su voto habrán de darle el triunfo a “Guerrero nos Une” y a su candidato Ángel Aguirre. Aunque no lo crean, como decía al principio, la trancísima trinidad está asumiendo un compromiso. Si no cumplen, la tiene sentenciada.
La bachicha:
En Baja California Sur el revoltijo PRI-PAN-PRD-PANAL-PVEM-Convergencia-PT, resultó un batidillo asqueroso. ¿Qué pensará Fermín?